viernes, abril 26, 2024
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Historias de mi vida liberal: de Mario Vargas Llosa a Milei, libertad, mitos universales y Estado

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Bernardo Rabassa
Bernardo Rabassa
Librepensador. Maestro Nacional. Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras y Diplomado en Psicología Industrial por la Universidad Complutense de Madrid.

Cada vez me sorprendo más ante la caída de los mitos sobre nuestros valores y la pérdida casi a diario de la Libertad. al tiempo que a Otegui se le disculpó de la comisión de un delito de enaltecimiento del terrorismo durante un mitin celebrado en San Sebastián en noviembre de 2004, al considerar la Audiencia Nacional que en ese acto no ensalzó a ETA, sino que defendió «la conveniencia y necesidad de un proceso de diálogo y negociación para la resolución del conflicto de manera pacífica y democrática» ja,ja ja y qué más, mientras que hoy pretende que se libere de la cárcel a los condenados etarras en una espectacular manifestación en Bilbao.

  Hoy tenemos a Puigdemont chantajeando al Gobierno, en busca de la amnistía incluso para los terroristas, ya que el juez García Castellón considera terrorismo al Tsunami Democratic de 2017, viendo indicios de delito de terrorismo por una manifestación no comunicada en jornada de reflexión, mientras que, contra el Gobierno, el PP llevará el «hostigamiento» de Ribera al juez García Castellón a la UE. Carmen Fúnez, vicesecretaria de Organización de los populares pide la dimisión inmediata de Ribera y anuncia que su partido elevará el caso a la justicia europea. Mucho me temo, que haya mucha responsabilidad en el Gobierno para que las cosas ocurran así y no de otra manera, deconstruir la Sociedad, destruyendo sus mitos, para crear otra nueva, es lo que los socialistas, sin pausa, han estado haciendo y siguen y siguen hasta que consigamos echarlos del poder. Desde Vargas llosa a Milei, desde el Nobel en 2010 a la Fundación Libertad en 2024 con sede en Argentina.

   Me pregunto a mí mismo, ¿Somos mejores o peores que antes del advenimiento de la Democracia en 1977? Entonces teníamos ilusión por la Libertad, por mejorar nuestras condiciones de vida, a base de trabajar, mayor Solidaridad, pleno empleo, elevar nuestra nación a la altura del resto de Europa, mejorar la educación y la cultura, ser campeones en deporte y en todo caso sentirnos orgullosos de nuestro devenir como nación ………….

    Ahora estamos desengañados, hemos sido ricos y casi hemos llegado a estar entre los mejores, incluso en lo deportivo, pero el informe PISA sobre nuestra educación es demoledor, de los millones de parados, deuda pública,  corrupción política y económica a todo pasto. Hasta la pantomima de sindicatos que tenemos consideran este gobierno amortizado. Los ejercicios de días pasados en el Congreso, con Sánchez sacando pecho, por domeñar con el látigo a los malvados diputados sería para reír cuando en realidad es para echarse a llorar ¿Cuánto va a durar este ejercicio de fuerza bruta? ¿Cree este hombre que para siempre?

    Una bocanada de aire libre nos llegó desde el discurso de Mario Vargas Llosa. El escritor y político peruano Mario Vargas Llosa fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2010. El autor de «La ciudad y los perros» (1962) y «Conversación en la Catedral» (1969) se convirtió así en el undécimo autor en lengua española y el sexto latinoamericano en obtener el prestigioso reconocimiento.

Esta es la página 9 de las 13 que constó su discurso y que le parece muy interesante a un amigo, residente en Barcelona y que se funda en el elogio que hace Vargas Llosa de la que llama ejemplar Transición Española en la 8, temiendo de que los nacionalismos divergentes la destruyan:

“…….Detesto toda forma de nacionalismo, ideología –o, más bien, religión– provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento. Junto con la religión, el nacionalismo ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia, como las de las dos guerras mundiales y la sangría actual del Medio Oriente. Nada ha contribuido tanto como el nacionalismo a que América Latina se haya balcanizado, ensangrentado en insensatas contiendas y litigios y derrochado astronómicos recursos en comprar armas en vez de construir escuelas, bibliotecas y hospitales. 

No hay que confundir el nacionalismo de orejeras y su rechazo del “otro”, siempre semilla de violencia, con el patriotismo, sentimiento sano y generoso, de amor a la tierra donde uno vio la luz, donde vivieron sus ancestros y se forjaron los primeros sueños, paisaje familiar de geografías, seres queridos y ocurrencias que se convierten en hitos de la memoria y escudos contra la soledad. La patria no son las banderas ni los himnos, ni los discursos apodícticos sobre los héroes emblemáticos, sino un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un hogar al que podemos volver. ……..”. En 2024 estas palabras reflejan la verdad de lo que está ocurriendo con la investidura de Pedro Sánchez.

Naturalmente quien se rasca es porque pica, y así Pilar Rahola en La Vanguardia en su artículo “Cansancio Vargas Llosa” afirmaba en 2010 :

“Catalunya, con sus errores, ha ido gestando una defensa de la identidad que ha estado siempre vinculada a la defensa de la libertad, y en los momentos más duros de la historia, esa libertad ha significado la libertad de todos los pueblos, y no sólo el propio. Resulta decepcionante que alguien que vivió aquí y respiró nuestras luchas y nuestras esperanzas se haya quedado sólo con lo bonita que es Barcelona, desgajada de su entorno nacional, como si fuera una ciudad virtual en medio de un país de cafres. La Barcelona que glosa Vargas Llosa es lo que es porque es la capital de una nación compleja, cuyos mil años de historia no han sido un camino de rosas. Sin las luchas identitarias sencillamente no existiríamos, y hay que recordar que siempre han sido luchas a favor de todos y en contra de nadie. Quizás a Vargas Llosa le gustaría eso, una ciudad de diseño en medio de la nada. Entonces cuadraría su discurso, Catalunya no molestaría a nadie y España sería un país uno, grande y monocorde. ¡Qué bonito! Pero incluso un Nobel debe entender que la realidad nunca se acerca a la Arcadia de los simples, y que la belleza de la libertad radica en su complejidad. Catalunya es compleja porque es catalana, y por eso mismo, le duela a quien le duela, es fascinante”. Luego ocurrió en 2017 lo que Rahola estaba pregonando

¡Ya se la ganó D. Mario!, como lo hizo en su día Salvador de Madariaga. ¿Por qué en la España mítica como patria no se puede reconocer, Catalunya, como patria? No, tiene que ser otra y diferente la una por encima de la otra, para unos una, para otros otra. A eso se le llama deconstruir y no aunar, eso es destruir mitos, a lo que ha ayudado sin duda el PSC y su madre; el PSOE. Hoy en trámite de conceder la amnistía, y seguidamente un referéndum de autoindependencia, si Dios no lo remedia. 

Habrá que buscar nuevos mitos, si queremos recuperar la ilusión y me lo han recordado los Objetivos del Milenio proclamados por la ONU para que se cumplieran en 2015 y que ni siquiera hemos apenas aproximado en 2024:


Los objetivos de desarrollo del Milenio eran ocho:

 Erradicar la pobreza extrema y el hambre, educación universal, igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad de los niños, mejorar  la salud materna, combatir el sida, sostenibilidad del medio ambiente, y fomentar una asociación mundial.

Con sólo nueve años después de 2015,  fecha límite para alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio, el pasado año 2023 el hambre se ha vuelto a disparar en el mundo y, otra vez, casi mil millones de personas vuelven a padecerla de forma extrema en todo el mundo y muy principalmente en África.
Según el Secretario General de la ONU,el progreso en el fortalecimiento de las relaciones internacionales para las AOD, ha sido espectacular, pero el plazo dado vencía en 2015, pasó rápidamente y todavía queda mucho por hacer en 2024.
    En pocas palabras, las élites políticas del mundo  intentaron  ponerse de acuerdo para que en el 2015, para que todos pudiéramos sentirnos orgullosos de pertenecer a la raza humana porque habíamos conseguido culminar el cumplimiento de los objetivos del Milenio. Porque entre todos, con nuestro trabajo y nuestros impuestos, habríamos logrado abrir camino a unas personas que por sí solas jamás podrían caminar., Pero ¿y nosotros? Los ciudadanos de a pie de los países desarrollados ¿hicimos lo suficiente por ayudar a parte de nuestra contribución vía impuestos? Sinceramente creo que tenemos que culparnos por tan grave incumplimiento de los buenos deseos, porque podíamos hacer más, sobre todo en los ámbitos de la igualdad de género, la sostenibilidad y la vertebración de la sociedad y los pequeños gestos y trabajos diarios de los privilegiados ciudadanos de los países ricos, para que la igualdad de género sea una realidad en nuestro entorno próximo, y todos respetemos los hábitos y procesos que ayudan a la sostenibilidad y nos impliquemos en mayor medida en los trabajos colectivos de nuestra sociedad”.

       He aquí una nueva ilusión, ocho nuevos mitos que se resumen en los poemas éticos de BUDDHADASA BHIKKU´S :  

“El primer deber como seres humanos es intentar alcanzar el máximo desarrollo que podamos antes de convertirnos en cuerpos sepultos o espíritus, sin desperdiciar la suerte de haber nacido humanos.

El segundo deber, como camaradas humanos, es ayudar a cada uno a alcanzar su mayor realización también. Evitando usurpar ideas o beneficios de los demás, buscando la amistad en el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte.

El tercer deber, como ciudadanos del mundo, es aliviar las penas y males del planeta, haciéndolo feliz y habitable para todos, viviendo una feliz y maravillosa vida en este mundo.

Cada uno de nosotros deberá intentar estos tres deberes, para sentirnos en plenitud antes de que la vida termine, ya que nuestra dignidad viene de buscar lo más elevado del potencial humano”.

¡Ya me dirán que tiene esto que ver con nuestra triste actualidad española!: famoseo, a todo pasto, ministros de lenguaje desvergonzado o inoperante, vulgaridad extrema, adocenamiento general de nuestro pueblo, demagogia permanente en la información, pérdida constante de libertades, partitocracia dictatorial, corrupción generalizada, injusticia permanente y un futuro negro como el betún.

 Estos ideales los hemos sustituidos por la Agenda 2030.

     La Agenda 2030 en España es liderada y coordinada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Este ministerio tiene la responsabilidad de implementar políticas relacionadas con derechos sociales y bienestar, así como de coordinar los esfuerzos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 trabaja en colaboración con otros organismos gubernamentales, entidades locales, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para llevar a cabo iniciativas y proyectos que contribuyan al logro de los ODS. Además, se encarga de monitorear y evaluar el progreso en la implementación de la Agenda 2030 en España.

     La Agenda 2030 es un plan global adoptado por los Estados miembros de las Naciones Unidas en 2015 en sustitución a la Agenda que terminaba ese año y a la que en 2024 no hemos conseguido ni aproximarnos, que establece de nuevo, 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con el objetivo de abordar desafíos globales como la pobreza, el hambre, la salud, la educación, la igualdad de género, el agua limpia, el saneamiento, la paz y la justicia, entre otros. En el caso de España, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 juega un papel clave en la promoción de estas metas y en la coordinación de esfuerzos para su implementación. Mal vamos puesto que faltan solo seis años para su cumplimiento.

     Implementación y seguimiento: Muchos críticos argumentan que la implementación de la Agenda 2030 es difícil debido a la falta de mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas efectivos. La falta de acciones concretas y la ausencia de consecuencias para los países que no cumplen con sus compromisos pueden socavar la eficacia del plan.

Financiamiento: La financiación es un punto crítico. A pesar de los ambiciosos objetivos establecidos en la Agenda 2030, algunos sostienen que no se han proporcionado los recursos financieros suficientes para lograrlos. La movilización de fondos a nivel mundial y la redistribución de la riqueza son desafíos importantes que podrían afectar la implementación exitosa.

Enfoque universal vs. enfoque diferenciado: La Agenda 2030 aboga por un enfoque universal, lo que significa que todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo, deben seguir los mismos objetivos. Algunos críticos argumentan que esto no tiene en cuenta las diferencias en la capacidad y las condiciones específicas de cada país, lo que podría dificultar la aplicación efectiva de las metas en situaciones diversas.

Intereses nacionales y geopolíticos: La implementación de la Agenda 2030 podría verse obstaculizada por los intereses nacionales y las rivalidades geopolíticas entre los estados miembros. La cooperación internacional es fundamental para alcanzar los objetivos, pero los desafíos políticos y económicos entre países pueden obstaculizar la colaboración.

Complejidad y ambigüedad: La Agenda 2030 es extensa y aborda una variedad de cuestiones complejas. Algunos críticos sostienen que la ambigüedad en ciertos objetivos y la falta de especificidad en cuanto a los métodos de implementación pueden hacer que sea difícil evaluar el progreso y los resultados de manera efectiva.

Aunque la Agenda 2030 enfrenta críticas legítimas, también es importante destacar que ha servido como un marco crucial para abordar problemas globales y fomentar la colaboración internacional.

       Muchos argumentan que, a pesar de sus imperfecciones, la Agenda 2030 proporciona una base importante para abordar los desafíos mundiales y trabajar hacia un futuro más sostenible.

En Davos el éxito del presidente argentino Milei, libertario de pensamiento, plantea una nueva filosofía para el Estado: Aquí hay algunos puntos clave que representan la filosofía de Milei en relación con el Estado:

Liberalismo económico: Milei aboga por la aplicación de políticas económicas liberales, que implican la mínima intervención del Estado en la economía. Defiende la idea de que el mercado debe operar con la menor cantidad posible de restricciones y regulaciones, permitiendo que la oferta y la demanda determinen los precios y la asignación de recursos.

Reducción del gasto público: En línea con sus creencias liberales, Milei suele abogar por la reducción del gasto público. Argumenta que un Estado más pequeño es más eficiente y menos propenso a la corrupción. Propone recortes en áreas donde considera que la intervención estatal es excesiva.

Desregulación: Milei aboga por la eliminación o reducción significativa de regulaciones gubernamentales en la actividad económica. Cree que la desregulación fomenta la competencia y la innovación, permitiendo un crecimiento económico más sólido.

Apertura económica: Milei suele ser partidario de la apertura económica y la integración en la economía global. Cree que la liberalización del comercio exterior puede impulsar el crecimiento económico y mejorar la competitividad de una nación.

Cuestionamiento del sistema político tradicional: Milei ha expresado críticas hacia el sistema político tradicional y los partidos establecidos, abogando por cambios estructurales. Propone una mayor participación ciudadana y la eliminación de lo que considera privilegios indebidos de la clase política. De Milei a Vargas Llosa en 2010 van 24 años ¡Cuánto tiempo perdido!.

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