Semana de fiascos. Empezamos el sábado pasado con Eurovisión, proseguimos con el posible adiós de 'Cuéntame cómo pasó', continuamos con la no emisión en abierto de la Europa League, la competición que ni tan siquiera en la final es de 'interés general', y acabamos con la fantasía hitleriana de Bertín Osborne y la reivindicación económica de Belén Esteban.
Lo del Festival era algo cantado, o bailado, como prefieran. Mientras la Real Academia de la Lengua, a través de su director Darío Villanueva, se regodea ahora: «Se nos vendió que no ganábamos Eurovisión por no cantar en inglés, y mira«, Barei, la que iba a Estocolmo con la idea de estar acompañada en primera línea por sus bailarinas porque «con los cuerpos que tienen no mostrarlas sería un pecado», y que casi termina haciéndolas hacer los coros desde bambalinas o desde las puertas del Globe Arena de la capital sueca, saca pecho, aunque no pueda alardear tampoco del mismo, por aquello de no haber quedado última.
Después del nuevo fracaso, mayor si cabe que en las últimas entregas, los eurofans ya han pedido la cabeza de los responsables de festivales de TVE y hasta el mismísimo José María Íñigo quiere bajarse ahora del barco eurovisivo porque dice que le da mucha pereza meterse ocho horas en un avión para ir a Ucrania. ¿No será por los tiros que siguen sonando por esas tierras? Ya se sabe que cuanto mayor se hace uno más miedo tiene a morir.
Y hablando de 'muertos' llegamos a Cuéntame cómo pasó, que podría haber emitido su último capítulo este jueves. La bromita del presunto fraude fiscal del matrimonio Alcántara, pero en la vida real, y del productor de la serie, para más inri marido de Ana Duato, puede salirle caro a Ganga y por ende a las más de 130 personas que trabajan en la misma. Su reparto se despidió de la manera más teatral posible, saludando uno por uno al personal como dándoles las gracias por tantos años de apoyo.
Si al menos TVE invierte el dineral que pagaba por esa serie en nuevas temporadas de 'El Ministerio del Tiempo' o 'El Caso', otros dos ejemplos de buena ficción, el adiós de 'Cuéntame' no habrá sido en balde.
Esas ficciones son buenas destinatarias de esos cuartos, sobre todo ahora que no tienen que gastar ya ni un euro en Bertín Osborne, el hombre que nos ha dejado a todas con la boca abierta al afirmar que su entrevista soñada sería con Hitler, y que por contra no haría nunca una a Nicolás Maduro porque «a sinvergüenzas y delincuentes prefiero no tenerlos cerca». Judíos y venezolanos son los nuevos amigos que ha hecho esta semana el del Amor Mediterráneo. A este paso, con tanta facilidad para hacerlos, no va a poder salir de Telecinco para que no le apedreen.
Forrarse un poco más es lo único que pretende de nuevo Belén Esteban con la demanda que ha interpuesto contra su ex representante Toño Sanchís, que tendría que ganar varios Levántate All Stars y llevarse al estilo El Dioni el premio que el concurso de Telecinco donará a una ONG, para pagar los 600.000 euros que le reclama.
Con un par de hijos más, así de simple, Samanta Villar solucionaría su futuro para siempre, a la vista del gran resultado de audiencia que ha tenido su parto televisado. Y con un par de tetas es con lo que sigue mejorando el suyo Yola Berrocal, que se marcó este jueves 'un Sabrina Salerno' y dejó uno de sus senos al aire durante casi medio minuto. Claro, iba tan 'tapadita' que cómo iba a imaginarse ella que semejante desliz pudiera ocurrir. El culo, hace siete días, una teta ahora, ¿qué será lo próximo que enseñará? La sorpresa no es tanta cuando todas las partes de su cuerpo están ya tan vistas. Vamos, que con sus tetas al aire tampoco ganaríamos Eurovisión.
La mosca