No basta con anunciar una revisión opaca de unas cuentas que están bajo la sospecha de una opinión pública transparentemente indignada.
Un larguísimo año escuchando discursos y mensajes sobre austeridad y eficiencia en la gestión, soportando recortes y aceptando con rabia la pérdida de poder adquisitivo, cuando no empobrecimiento, para descubrir a mitad del camino por este infierno que los que nos exigen el cumplimiento drástico de esas medidas que nos arruinan, se han estado embolsando, presuntamente al parecer sobres con dinero sin declarar, tienen cuentas en Suiza con cifras más allá de todo cálculo posible, y que, además, son incapaces de responder con contundencia meridiana a la situación.
Rajoy debe evitar que los perros de presa que lo acechan se paseen por los medios con cara de estupor
Ya no bastan amagos de revisiones e investigaciones domésticas de postín. Hace falta rigor, actuación, investigación y castigo. El presidente Rajoy debe evitar que los perros de presa que lo acechan y que son ‘honrados de doble moral’ se paseen por los medios con cara de estupor mientras en Madrid, por ejemplo, se pasa de puntillas por el ‘casoplon‘ – por hablar el lenguaje de la calle – del presidente González más su ‘pedazo de ático’ marbellí, surgido de las brumas de la misma opacidad que su amiga la lideresa denuncia cuando mira hacía Génova.
Todo esto es inadmisible, y debe haber una respuesta política y otra judicial. La política pasa por las transparencia y la verdad de lo que ha pasado y por el establecimiento de controles que pongan orden y limpien tanta suciedad; la judicial debe aclarar si ha habido algún tipo de connivencia para el blanqueo legal mediante la amnistía fiscal, al mismo tiempo que debe instruirse el procedimiento que haga que los culpables asuman su responsabilidad ante los españoles.
Lo demás, ‘ya no cuela’, por seguir usando el mismo lenguaje que esta situación ha logrado imponer y que la misma transparencia y contundencia que reclamamos nos obliga a utilizar para ser correctamente interpretados. Que no haya ninguna duda.
Editorial Estrella