El fútbol español está en precario en las competiciones europeas, dados los decepcionantes resultados de la pasada semana, en la que no hubo una sola victoria. Hoy, el Barça, en Stuttgart, y mañana el Sevilla, en Moscú, tienen la oportunidad de mejorar la imagen que se ha dado en los partidos disputados.
El Madrid, por muy dolorosa que fuera la derrota en Lyon, está en condiciones de pasar los octavos de final dada la diferencia de calidad existente entre ambas plantillas. El Barça tiene hoy el primer test en Alemania con la ventaja de que la vuelta la disputará en casa. El equipo ha comenzado a recuperar lesionados, y aunque Xavi y Dani Alves han viajado lo han hecho sin el alta médica y por deseos de Guardiola, de mantener espíritu de equipo en la plantilla.
El Sevilla también debe cruzar la meta de los octavos aunque tenga por delante al CSKA de Moscú con el inconveniente del general invierno, que puede condicionar el juego del equipo en la capital rusa. Lo que no se dio la pasada semana es razonable que se dé en esta.
Barça y Sevilla afrontan sus eliminatorias con la satisfacción de haber superado la última jornada de Liga con triunfos rotundos. El Racing no fue adversario para los azulgrana y los sevillistas derrotaron al Mallorca en Son Moix, resultado que no se había dado en la presente temporada. Se rompió el dulce encanto del Mallorca.
La jornada liguera con el estrambote del lunes noche, con Valencia y Getafe en partido semiclandestino dado el día y la hora y consecuentemente fuera de los circuitos de los programas deportivos dominicales, sirvió, entre otras cosas, para confirmar la irregularidad del Atlético de Madrid y los apuros zaragocistas.
En Zaragoza hicieron gran esfuerzo económico en el mercado invernal para salir del infierno de las plazas de descenso y da la impresión de que tendrá que sufrir mucho para seguir siendo de Primera.
Julián García Candau