Mariano Rajoy no tiene decidido todavía quién será el que encabezará la lista a las elecciones al Parlamento europeo que se celebraran en el mes de Junio.
A pesar de sus dos entrevistas con el actual dirigente popular Jaime Mayor Oreja, con quien se reunió en Bruselas recientemente en un hotel y no le comunicó nada, y del polémico almuerzo celebrado el pasado jueves en un reservado del restaurante Zalacaín, mientras se celebraba la votación para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (el proyecto legislativo anual más importante del Gobierno), dirigentes populares, cercanos al actual presidente del PP, aseguran que Mayor, efectivamente, es una posibilidad, pero que no se conocerá hasta la última semana del mes de enero, y que puede haber sorpresas.
La forma de actuar de Rajoy, el horror que siente a afrontar los problemas directamente y la facilidad que tiene para aplazar los problemas en el convencimiento de que es el tiempo es el que tiene que resolverlos, ha creado en el PP una sensación generalizada de falta de liderazgo, algo que viene a ser la norma desde la reelección del líder popular en el Congreso de Valencia.
Esa indefinición es llenada inevitablemente por otros líderes del partido, especialmente por Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad madrileña, que es, en ocasiones, la que se ve obligada a marcar la línea argumental aunque ésta no coincida con lo que piensa Rajoy y su entorno.
Se ha comprobado últimamente en la denuncia de Aguirre sobre la posibilidad de unas nuevas conversaciones del Gobierno con ETA (negada por el propio Rajoy) y en la estrategia a seguir dentro de la Federación de Municipios respecto a su presidente, el alcalde del PSOE Pedro Castro. Frente al criterio de Aguirre de abandonar la Federación se ha vuelto a imponer el criterio de Rajoy de no romper y encontrar vías de entendimiento dentro de esta institución.
«Todo esto se produce -señalan fuentes populares- ante la indecisión de Génova sobre los problemas que surgen a diario, ya que hay una ley en política que siempre se cumple: cuando se deja un hueco, siempre hay alguien dispuesto a llenarlo. No tiene sentido el secretismo con el que se está manejando la candidatura al Parlamento Europeo cuando desde hace meses ya se conoce que el candidato socialista será el ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar. Se está reproduciendo el conflicto de las generales entre Gallardón y Aguirre…»
Jaime Mayor, enfrentado con Rajoy desde el fracaso electoral del mes de marzo y, sobre todo, desde el giro del partido favorable a futuros pactos con los nacionalistas, ha sido ignorado por Rajoy durante estos últimos meses, ha sido acusado de provocar la dimisión de María San Gil del partido en Euskadi y ha sido marginado de la política de Génova, a pesar de ser uno de los candidatos a la sucesión de José María Aznar cuando éste decidió no volver a presentarse en el año 2004.
Para Rajoy, que ha pensando incluso en la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como alternativa (ella se ha negado), el mejor candidato es al actual alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Sin embargo, no se atreve a dar el paso para no crear un nuevo cisma en el partido con la exclusión de Mayor Oreja y, sobre todo, para no consagrar definitivamente a Gallardón como alternativa dentro del Partido Popular en el caso de una victoria electoral del alcalde en unas europeas en las que se juega poco y que pueden ser utilizadas como voto de castigo contra al Gobierno.
En el actual escenario es posible, incluso, que Mayor Oreja, harto del trato que está recibiendo de Rajoy, termine por rechazar el nombramiento, si éste, efectivamente, no se hace público lo antes posible…
José Oneto