Gran indignación y repudio han causado unas imágenes en las que se ve a un grupo de jóvenes arrojando a una perra viva a un río de Panamá con el objetivo de ser devorado por un gigantesco cocodrilo silvestre.
John Cleghorn, director de Panamá Reptiles, denunció el hecho a través de sus redes sociales. En el video se logra ver a unos muchachos lanzar al can vivo, que intenta huir de los filudos dientes del reptil subiendo nuevamente a la orilla. Sin embargo, cae nuevamente a las aguas siendo devorado por el depredador.
El hecho causó la furia de los pobladores, debido que, luego que el animal es devorado, causó la risa de los jóvenes, informó Red Uno. “Los subnormales del video (que por el acento puedo suponer que son de Herrera), alimentando un cocodrilo silvestre con un perro. Realmente no puedo entender que pasa por la cabeza de los graciosos del video”, comentó indignado Cleghorn.
Cleghorn remarcó que “sea el animal que sea, no se debe alimentar vida silvestre, hablamos de un cocodrilo, que aunque no tenemos registros de depredación a seres humanos en Panamá, si hay muertes asociados a ellos, el riesgo de hacer este tipo de estupideces es grande”.
Según el especialista en fauna, existen implicaciones y consecuencias cuando un animal silvestre asocia al humano como una fuente de alimento. “En el caso de los cocodrilos aprenden muy rápido y cuando vea una persona se va a acercar por curiosidad y en busca de que le tiren alimento”.
Tras la difusión del video, la Fiscalía de Adolescentes de Panamá inició el pasado 2 de junio una investigación de oficio por la presunta comisión de un delito contra el ambiente y ordenamiento territorial en la modalidad de delitos contra los animales domésticos.
La fundación Amigos y Patas también se pronunciaron sobre el clip y pidieron que se identifiquen a los responsables del “maltrato animal”. Ellos bautizaron como Parita a la perrita que murió en las fauces del reptil.
Estrella Digital