Zaplana ha aseverado que moralmente tiene que pedir que el exdirigente andaluz, refiriéndose a Griñán, condenado por el caso de los ERE a seis años de cárcel por prevaricación y malversación, no tenga que ingresar en prisión.
Ya que el mismo estuvo en prisión provisional durante nueve meses por su imputación en el ‘caso Erial‘, tras ser arrestado en mayo de 2018, a pesar de que se pidieron medidas menos lesivas para su estado de salud, ya que se encontraba en un proceso de leucemia.
Aunque Griñán ya tiene condena confirmada por el Supremo hay similitud entre ambos casos pues padecen enfermedades importantes que necesitan de un tratamiento que no siempre puede aplicarse de la mejor manera en un centro penitenciario.
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LA CÁRCEL NO ES LUGAR PARA TRATAR ALGUNAS AFECCIONES
Zaplana ha declarado que «la cárcel no es lugar donde se puedan tratar según qué tipo de enfermedades» y recuerda que en febrero de 2023 se cumplen cuatro años desde que salió él de la provisional, donde pasó esos nueves meses «sin ser juzgado» y acreditado con informes forenses.
Zaplana sólo obtuvo la libertad provisional en febrero de 2019 cuando la juez instructora del caso entendió que las diligencias que se habían practicado garantizaban que se había reducido el riesgo de fuga.
Como otros lo hicieron con su caso, «hoy, soy yo el que me veo en la obligación moral de pedir que ni José Antonio Griñán ni nadie, en igual situación, tenga que ingresar en prisión».
GRIÑÁN Y SU SITUACIÓN
Griñán está esperando la decisión de la Audiencia de Sevilla ante la petición que hizo para la suspensión de su ingreso en prisión alegando una enfermedad grave sobrevenida.
Petición llevada a cavo tras desestimase un último recurso de súplica, y en el escrito esgrimía que es posible dictar la suspensión de la privación de la pena de cárcel sin requisito alguno en caso de que el penado esté aquejado de «una enfermedad muy grave con padecimientos incurables«.
Este último movimiento de los letrados de Griñán se produce además después de que el ex viceconsejero de Empleo Agustín Barberá, también condenado, esgrimiese argumentos similares y la Audiencia accediese a suspender temporalmente la ejecución de su pena de cárcel.
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