El Ministerio de Justicia ha advertido al juez Santiago Pedraz, que en los próximos días viajará a Bagdad para investigar sobre el terreno la muerte del cámara José Couso, de los «riesgos existentes en materia de seguridad», ya que las autoridades iraquíes no se han comprometido a colaborar en ese aspecto.
Así consta en el oficio remitido al magistrado de la Audiencia Nacional por la Dirección General de Cooperación Jurídica Internacional, en el que su responsable, Aurora Mejía, le transmite al juez su «altísima preocupación» por el viaje que va a realizar con la comisión judicial integrada además por abogados, testigos y varios periodistas.
Esta advertencia se basa en la información facilitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación en la que se reiteraban «los riesgos existentes en materia de seguridad, toda vez que no existe un compromiso de colaboración por parte de las autoridades iraquíes y no se disponen de medios propios en aquel país para garantizar la seguridad personal» de la delegación.
En este sentido, recuerda el oficio, la autorización del visado obtenida para viajar no equivale a un «compromiso de colaboración» de Irak, lo que, a su juicio, resultaría necesario para asegurar los aspectos de seguridad de los miembros de la comisión judicial.
La directora general subraya no obstante que desde Justicia se han adoptado todas las medidas necesarias para facilitar la actuación de Pedraz y se han realizado gestiones para dar apoyo logístico y de financiación al desplazamiento.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación también ha comunicado que el río «Tigris amanece con una densa niebla que no despeja hasta media mañana» y puede afectar a la visita prevista a la capital iraquí.
Tras tener conocimiento de esta comunicación de Justicia, el magistrado de la Audiencia Nacional ha dictado este jueves una providencia en la que informa a todos los miembros de la comisión judicial de que su presencia en la inspección ocular que realizará en los próximos días en Bagdad «será totalmente voluntaria».
Desde que en octubre de 2005 Pedraz asumió la investigación de la muerte de Couso en la guerra de Irak el 8 de abril 2003, el magistrado ha ordenado hasta tres veces la busca y captura de los tres militares estadounidenses imputados en la causa.