El campo español continúa en pie de guerra. Agricultores y ganaderos, armados con sus demandas por un comercio justo y sostenible, han protestado en los accesos a las principales vías de comunicación y centros logísticos del país, incluido Mercamadrid.
Esta serie de movilizaciones, liderada por sindicatos agrarios como UPA, Asaja y COAG, marca una nueva etapa en la lucha por una regulación equitativa que asegure la sostenibilidad del sector agrícola y ganadero en la Unión Europea.
Las calles de España se han convertido en el escenario de sus reivindicaciones. Con más de 400 agricultores bloqueando la autopista AP-7 y acciones similares en puntos neurálgicos como el Puerto de Tarragona, la protesta agraria se difunde a través del país, abarcando desde Santiago de Compostela hasta Sevilla, y desde Guadalajara hasta el Puerto de Motril. La meta: visibilizar la desesperada situación que enfrenta el sector primario.
Los agricultores demandan un futuro sostenible
En el núcleo de estas movilizaciones yace una petición clara por parte de los agricultores y ganaderos: la implementación de reglas comunes para todos los productos comercializados dentro de la Unión Europea. Esta demanda incluye la aplicación de cláusulas espejo para combatir tanto el dumping ambiental como el social, asegurando que las importaciones cumplan con rigurosas normativas sanitarias y ambientales, al igual que los productos locales.
Respuesta institucional
Frente a esta ola de protestas, el Gobierno, junto con representantes de supermercados, la industria y el sector primario, se reúnen en el Observatorio de la Cadena Alimentaria para discutir la evolución de los precios de los alimentos y el funcionamiento de la cadena alimentaria. Una ley aprobada en 2021, que ha realizado más de 1.500 controles y ha impuesto más de 650 sanciones, se presenta como una de las soluciones a largo plazo para mejorar la cooperación en el sector.
Negociando un futuro
A pesar del despliegue policial y las restricciones impuestas a las manifestaciones, como la prohibición de uso de tractores en algunas concentraciones, el campo español se mantiene firme en su lucha. Con la mirada puesta en las negociaciones del jueves con el Ministerio de Agricultura, el sector agrario español busca no solo reivindicaciones inmediatas en términos de precios justos y reducción de la burocracia, sino también un compromiso a largo plazo que garantice la viabilidad de un modelo de explotación familiar sostenible y equitativo.
Los agricultores continúan sus protestas en el octavo día de movilizaciones