El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, mantienen este martes en París una reunión que busca mejorar la gestión de la crisis en la eurozona e intentar dar garantías a los inversores para calmar la tormenta bursátil que ha sacudido los mercados en la última semana.
La presidencia gala espera que del encuentro, que será seguido de una conferencia de prensa y de una cena de trabajo, salgan «propuestas sobre la reforma de la gobernanza de la zona euro», que en la cumbre del Eurogrupo el pasado 21 de julio ambos dirigentes se comprometieron a tener preparadas para antes del verano.
Aunque fuentes del Elíseo reconocen que esta cita ya se previó durante ese encuentro mensual de los ministros de Economía y Finanzas, su celebración llega en un momento clave, tras la crisis de la deuda, la rebaja de la nota estadounidense y el nerviosismo bursátil de la semana pasada.
El ministro galo de Economía, François Baroin, indicó este viernes que los dos dirigentes coinciden en que «no es posible» mantener la situación actual, por lo que creen conveniente «acelerar la reflexión sobre el procedimiento de modificación de la gobernanza de la eurozona».
A juzgar por las declaraciones del portavoz oficial de la canciller, Steffen Seibert, no se va a abordar la iniciativa de crear eurobonos como medida para afrontar la crisis presupuestaria y financiera de varios de los países miembros.
Sí se discutirá en cambio la mejora de los métodos de trabajo, la gestión de la crisis y la aplicación de los acuerdos tomados en la cumbre extraordinaria de julio sobre el segundo rescate griego y la ampliación de las facultades del fondo europeo de estabilización financiera.
En un comunicado conjunto difundido a principios de agosto, Sarkozy y Merkel ya habían abogado por una puesta en marcha «rápida» de esos acuerdos y por que los trámites parlamentarios en sus dos países estén superados antes de finales de septiembre.
Las propuestas conjuntas que salgan de este martes se elevarán al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, de acuerdo a la demanda de éste a los miembros de la eurozona de presentar planes concretos.
Periódicos como ‘Le Monde’ apuntan este martes que entre las medidas discutibles podría figurar la entrega de mayor poder a los gobiernos nacionales, en detrimento, de manera implícita, de la Comisión Europea, pero adelantan que más que puntos precisos, es más previsible que los dos jefes de Estado se limiten a anunciar un aumento de su cooperación.
Antes de recibir a la canciller, Sarkozy se reunirá con el primer ministro galo, François Fillon, para debatir sobre nuevos planes para garantizar el respeto de los objetivos marcados para reducir el déficit francés, que para este año se espera que alcance el 5,7 por ciento del PIB y que se quiere rebajar al 4,6 en 2012.