En las últimas semanas, los resultados de la prueba de acceso a la universidad, también conocida como Selectividad, han comenzado a publicarse en toda España. Con el fin de capturar el momento de conocer sus esperadas notas, cientos de alumnos han decidido grabar sus reacciones y compartirlas en la popular red social TikTok.
Esta tendencia ha inundado la plataforma con videos en los que los jóvenes intentan adivinar sus calificaciones antes de conocer las reales. Las reacciones han sido diversas: algunos estudiantes han acertado sus pronósticos o han estado muy cerca de sus resultados reales, mientras que otros se han llevado grandes sorpresas, tanto positivas como negativas.
Esta variedad en las reacciones se debe, en parte, a una problemática recurrente en el sistema educativo español. Muchos institutos concertados y privados inflan las notas de Bachillerato, otorgando calificaciones muy altas y permitiendo a los alumnos acabar esta etapa con medias elevadas. Como resultado, los estudiantes esperan que sus notas de Selectividad reflejen el mismo nivel de desempeño que sus calificaciones escolares. Sin embargo, la realidad de enfrentarse a un examen unificado y estandarizado a nivel nacional puede resultar en una disparidad significativa entre las expectativas y los resultados obtenidos.
El fenómeno de las reacciones en TikTok ha abierto un debate sobre la transparencia y equidad del proceso educativo. Mientras algunos celebran sus logros y comparten su felicidad, otros utilizan la plataforma para expresar su decepción y cuestionar las correcciones de dichos exámenes, expresando la voluntad de pedir una segunda corrección.
En cualquier caso, estas reacciones virales han puesto de manifiesto la importancia de las pruebas de acceso a la universidad en la vida de los jóvenes españoles y han generado en redes una conversación sobre la práctica mencionada del sistema de calificación en el país. Con estas notas, los estudiantes se preparan para el siguiente capítulo de sus vidas académicas, con las redes sociales desempeñando un papel cada vez más central en la forma en que comparten y procesan sus experiencias.