Leonardo di Caprio se encuentra -más que nunca- preparado para subir este domingo al escenario del teatro Kodak y poder recoger el Oscar a mejor actor por su trabajo en 'El lobo de Wall Street'. Esta es la séptima nominación del actor que espera con ansia que sea la definitiva.
Muy amable y simpático DiCaprio ha concedido una entrevista muy íntima al corresponsal de Diez Minutos en Los Ángeles, Fabián W.Waintal.
Su nuevo film 'El lobo de Wall Street' está causando furor en medio mundo, críticas tanto positivas como negativas que han llevado a su protagonista a narrar algunos detalles de esta cinta. Uno de los más destacados es que esta película ha sido una de las grandes obsesiones de Leonardo. Desde que conoció la historia de Jordan Belfort soñó con llevarla a las pantallas: «Estaba obsesionado con hacer esta película desde 2008, justo después de estallar la crisis. Pensé que este mundo necesitaba mostrar algo auténtico en la pantalla. También quería reflexionar sobre el mundo que nos rodea».
Una «obsesión» como el mismo DiCaprio comenta que le llevó a presentar el proyecto al director y amigo Martin Scorsese. Durante su carrera en el mundo del cine solo ha tenido necesidad de llevar dos proyectos al cine, 'El aviador' y 'El lobo de Wall Street': «Las dos me costaron entre diez y ocho años, cada una. Cuando tenía 21 años leí un libro sobre la vida de Howard Hughes y por eso sentí la necesidad de realizar 'El aviador'. Con 'El lobo de Wall Street' incluso cree una productora de cine. Estoy orgulloso de haber logrado que Martin Scorsese me acompañara en este viaje», confiesa el actor.
Adicción peligrosa
Su personaje en 'El lobo de Wall Street' ha dado mucho que hablar. Su adicción a las drogas y al desenfreno han hecho que grabar alguna que otra escena se convierta en un riesgo para el actor. Él mismo ha confesado que en las escenas en las que salía esnifando cocaína usaban vitaminas de bebés: «Utilizábamos vitamina para bebés, vitamina B, pero me quemé la nariz. Fueron demasiadas tomas» añade entre risas.
Un personaje controvertido que a pesar de su comportamiento no es rechazado sino alabado por el público, Leonardo da su opinión acerca de este fenómeno: «Mis películas favoritas siempre son una reflexión del lado oscuro de la naturaleza humana, una faceta de lo que somos hoy. Jordan Belfort no es el problema, pero representa el lado malo de nuestra sociedad».
Para interpretar bien su papel y conocer los rincones más ocultos de su personaje DiCaprio estuvo en contacto con el verdadero Jordan Belfort: «Como actor, para mí fue increíblemente beneficioso. Hacía años que tenía conversaciones con él. Hay que entender que él lo ve todo como un período aislado de su vida por el que ya pagó su precio. Para interpretarlo en el cine, fue la mejor fuente de información porque me contó las cosas mas vergonzosas de su vida».
Martin Scorsese, de ídolo a amigoLa idílica unión entre este gran directo y Leonardo DiCaprio se ha forjado durante años y durante películas. El mismo actor ha confesado cómo comenzó todo: «Mi padre me llevó a ver una de sus películas diciéndome que, si tenía alguna oportunidad de tener éxito en el cine, debía trabajar con él. Y lo logré por primera vez en «Gangs of New York», fue increíble».
Desde ese momento la unión laboral de Martin Scorsese con Leonardo ha sido imparable. En 2004 llegaría 'El aviador', dos años más tarde 'Infiltrados' y en 2010 'Shutter Island'. El actor aún recuerda cómo fue la primera vez que hablo con Martin: «Fue cuando yo tenía 18 años y me crucé por primera vez con él en una fiesta en Nueva York donde me dijo que me había visto en el cine. Yo me quede mudo y desde ese momento quiso trabajar con él».
Después de tantos años la relación laboral se ha transformado en una amistad que como el mismo DiCaprio admite: «Con el tiempo, gana más y más confianza».
Rodajes con Scorsese
Tras cinco películas juntos, la unión Scorsese-DiCaprio es sinónimo de éxito: «Llevo cinco películas con él y, cada vez que trabajamos juntos, es un nuevo descubrimiento. En esta película, Martin nos pedía a todos los actores improvisación para sentirnos más libres. Tengo que agradecerle que todavía es un rockero punk de 71 años. Este hombre es increíble, uno de los grandes artistas de nuestra época».
Un éxito que se ve reformado por su séptima nominación a los premios de la Academia del cine de Hollywood. ¿A la séptima irá la vencida? Esto mismo se lo pregunta el guapo Leonardo que ha confesado cómo se sintió la primera vez que fue nominado: «No me lo podía creer. Mis padres estaban emocionadísimos. Todavía recuerdo cuando mi padre me preguntaban si era consciente de todo lo que estaba viviendo. Pero, en realidad, no sabía de su importancia. Hasta cuando fui a la ceremonia, me costó mucho disfrutarlo, era muy tímido».
Atrás quedo esa timidez de ahora confiesa DiCaprio. Muchas tablas y profesionalidad hacen que esta vez Leonardo este completamente tranquilo: «Los premios no me motivan, me interesa trabajar con gente buena. La gloria personal sólo tiene que ver con trabajar en lo que me gusta. Solamente quiero hacer buen cine».
La madurez de Leonardo -ya tiene cuarenta primaveras- hace que reste importancia a los premios y se conviertan en algo secundario para él: «No me gustan los premios. Te mentiría si dijera lo contrario. Pero con el Oscar, hay toda una ciencia detrás. los premios no tienen una verdadera explicación. Es algo que el público y el mundo tienen que decidir».
Con esta calma y serenidad DiCaprio afronta su nueva nominación y solo el domingo podremos descubrir si gana la batalla a sus rivales y se hace, por fin, con la tan ansiada estatuilla.