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Harold Pinter

Leo que el recientemente fallecido Harold Pinter perteneció a los "jóvenes airados" -angry young men- de Kingsley Amis y John Osborne pero, a mi entender, él más bien fue espíritu libre. Poca gente recuerda que antes que dramaturgo fue actor y que estrenó Esperando a Godot, de Samuel Beckett, quizás la influencia más visible en su teatro.

Pinter, a pesar de sus convicciones ideológicas y su activismo político, colaboró a menudo con la televisión y el cine. Dos de sus guiones, La mujer del teniente francés y El riesgo de la traición, optaron al Oscar al mejor guión adaptado. Su mejor guión fue El mensajero, donde brilló sobremanera Julie Christie. Para intentar comprender mejor a este contradictorio personaje, mencionar que escribió el texto de El último magnate, dirigida por el controvertido Elia Kazan y basada en la novela de Francis Scott Fitzgerald, un escritor situado en las antípodas del premio Nobel.

Harold Pinter brilló sobremanera en el teatro. Sus obras The caretaker y The homecoming, consideradas en Inglaterra como sus dos obras maestras, muestran el tono más anárquico, surrealista y cruento de su siempre inconformista producción. Su contribución a la concepción más revolucionaria y "trascendentaloide" del teatro le sobrevive en la figura de muchos directores y en algunos pocos autores. dmago2003@yahoo.es

Daniel Martín