Última hora

"Es por tu bien..."

Es éste un país ciertamente contradictorio; cuando nos dicen “es por tu bien”, instintivamente nos ponemos en guardia. O cuando la pareja nos suelta “tenemos que hablar”. O cuando nuestras madres nos anunciaban con “me va a doler más que a ti” el sopapo que iban a darnos. Somos la única nación que al elemento más básico del baño lo llamamos “inodoro”  y, claro, así nos va.

Creemos haber arrinconado al machismo. Pero si algo nos gusta lo llamamos “cojonudo” y si nos aburre, “coñazo”. Creemos haber erradicado el racismo y si decimos “trabajas como un negro”, “te engañan como a un chino” o “tienes más mierda que un moro en los pies” es porque somos un pueblo “dicharachero y sin prejuicios”, como sostenía El Perich. Tendemos a usar las palabras en sentido contrario a su significado y por eso, cuando los políticos se empeñan en “salvarnos”, nos echamos a temblar.

Tráfico ha dicho que pensaba volver a examinarnos cada vez que renovemos el carnet de conducir

Viene esto a cuento del revuelo armado por la directora general de Tráfico, cuando ha dicho que pensaba volver a examinarnos cada vez que renovemos el carnet de conducir. Doña María Seguí Gómez, que así se llama esta ilustrísima señora, justificaba su idea porque la mayoría de los accidentes de la carretera los protagonizan conductores con más de cuarenta años de edad y algunos menos de experiencia. Fue comentarlo en la prensa y la pregunta surgió en el acto: “¿y esto, cuánto va a costarnos?”

Las redes sociales alcanzaron el punto de ebullición y de ahí que el jefe de doña María, el ministro del Interior don Jorge Fernández Díaz, excelentísimo, le haya dado con el desmentido oficial un “zas, en toda la boca” que ahora todos celebramos. Pero ya no hay quien nos quite la mosca tras la oreja de que acabaremos sometidos a la “reválida” del volante y miramos de reojo a Doña María y Don Jorge como los estudiantes miran a José Ignacio Wert, ministro de Educación (a quien ellos ni tratan de “excelentísimo” ni ven ningún “don”), porque pretende imponerles la vieja “reválida” del Bachillerato de antaño, desaparecida con la Ley General de Educación de 1970. Todo sea por mejorar nuestro status en el informe PISA, que nos lleva a mal traer.

Somos muy malpensados. Malpensados y desagradecidos, a pesar de que la máxima responsable de la DGT quiera evitar que corramos peligro y trate de salvarnos de nosotros mismos.

Botella: "La reforma laboral y el PP son la ideología que más progreso ha traído a la historia de la humanidad"

Somos muy malpensados, y muy desagradecidos. Como cuando la alcaldesa de Madrid, doña Ana María Botella Serrano (a quien el protocolo ordena tratar de Su Excelencia, como a uno que habitaba en El Pardo), nos dijo que "la reforma laboral y el PP son la ideología que más progreso ha traído a la historia de la humanidad" (Botella dixit, el 28 de noviembre de 2013). Y nosotros sin creérnosla, que hay que ver qué ingratos que somos y qué poca fe tenemos en su sabiduría. Y sobre todo, qué poca fe tienen los que en virtud de ese “progreso” han perdido sus puestos de trabajo, o se ven forzados a aceptar peores sueldos y condiciones en precario para seguir en él.

“Por nuestro bien” han rescatado a la banca. Y los grandes bancos han alcanzado beneficios cercanos al 80% sin tan siquiera haber acabado este año. “Por nuestro bien” nos han subido los impuestos. “Por nuestro bien” nos han bajado los sueldos y si Cristóbal Montoro nos lo niega y nos explica que “están creciendo moderadamente”, es sin duda “por nuestro bien”.

“Por nuestro bien”, que nos den… “Por nuestro bien”, nos están dando.

Carlos Matías