Que conste que lo ha dicho ella en Telecinco cuando le han preguntado si volvería a un gobierno nacional. Rajoy «querrá que esté en Madrid como quieren los madrileños«, ha dicho. Sin meternos en la piel del líder popular, y después de las casi continuas conspiraciones de la líderesa, a Mariano le da lo mismo que esté en Madrid o en Asturias con Álvarez Cascos. Lo único que realmente quiere es tenerla lo más lejos posible ya sea real o metafóricamente.
De modo que sabiendo como se las gasta la inquilina de la Puerta del Sol, hace bien el próximo presidente del Gobierno en pasar de la Condesa consorte de Murillo. También sabe Rajoy que, aunque Aguirre ganara recientemente por mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, está tocada del ala por algunas de las cosas que han sucedido durante su mandato. Sin ir más lejos, la mayor trama de corrupción de este país, nació, creció y se multiplicó durante sus mandatos en el gobierno madrileño y la presidencia del PP regional sin que ella se enterara. Por no hablar del caso de los espías y otras muchas cosas.
El franco camino de Rajoy a la Moncloa no puede discurrir lastrado por la insolvencia que en las últimas semanas ha demostrado Aguirre en la gestión del conflicto de la enseñanza pública de Madrid.
Pero no solamente por eso. Rajoy no se permitiría llevarse a la presidenta madrileña al gobierno, dejando al frente del ejecutivo a Ignacio González. El quebrantahuesos sabe que ni loco haría semejante cosa.
De modo que Aguirre tiene razón: Mariano pasa olímpicamente de ella.
«Lóooogicamente«, como diría Leguina.
Quebrantahuesos