miércoles, abril 24, 2024
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Papá Nöel y las religiones del mundo

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Una erudita precoz, colaborando en el portal Patheos, presentaba hace poco cargos contra Santa Claus. San Nicolás es una pesadilla multicultural: «Una persona no debería tener que complacer a un blanco – sentarse en su regazo, ¡y suplicar nada menos! – para disfrutar de los placeres de la vida… Si Papá Nöel fuera un refugiado, o una mujer de color, o incluso una maceta o un animal, probablemente me podría apuntar al carro».

Pero la ofensa de San Nicolás es también religiosa. Está «en competencia directa con Dios, y parece que Santa Claus puede llevar ventaja». «Los dos son personajes invisibles que se presentan de vez en cuando», continúa Jenell Paris, «así que ¿cómo puede convencer a un hijo un padre cristiano de que Dios es verdaderamente real (sobre todo cuando antes le dijiste que Papá Nöel también era real)?»


Esto nunca fue un gran problema en mi casa. Mi hijo mayor era un escéptico de Santa Claus desde una edad temprana – el Christopher Hitchens de su parvulario. Después de haber espiado los preparativos de Navidad, se deleitaba cortando por lo sano las ilusiones de los demás niños, hermanos menores suyos incluidos.


Aún así, salgo en defensa de Santa Claus. Es cierto que la versión Thomas Nast de Santa Claus tiene el mismo tono mate de Bull Connor. Pero tal vez ni las figuras míticas deberían ser juzgadas por el color de su piel, sino por el contenido de su personaje – que, en este caso, parece bastante admirable. Y, aunque exteriormente se asemeje al Gobernador de Missisipi Haley Barbour, no es probable que Santa Claus vaya a cometer meteduras de pata de tintes racistas.


La segunda crítica es más sustancial. La Navidad se ha convertido en una especie de religión alternativa, que ofrece versiones menos pesadas de profundas doctrinas teológicas. Sus milagros se encuentran en la calle 34, no en Belén. La visita de Gabriel se ha convertido en la visita de Clarence, que nos asegura que la vida es maravillosa. El culto moderno a la Navidad ofrece una forma domesticada de trascendencia. Malo o bueno en lugar del bien o del mal. Un alegre duende anciano sustituye a un hijo ilegítimo destinado a una muerte temprana.


La reacción al culto moderno a la Navidad depende de la propia visión de la religión comparativa. Los feligreses afirman con frecuencia que las tradiciones religiosas restantes son erróneas e inherentemente peligrosas, sólo dignas de atención para el descrédito o la condena.


De forma confesa, no es creíble afirmar que todas las religiones – del budismo al sacrificio humano azteca pasando por el cuaquerismo o el islam wahabí – son igualmente verdaderas. Las diferencias religiosas no son triviales. Pero la mayoría de las creencias comparten una tesitura parecida. En todo el mundo y a lo largo de la historia, los seres humanos se han visto hostigados por el impulso a mirar más allá de lo material – el deseo de perdón, de aceptación, el temor a lo sagrado y el comportamiento ético. Esta búsqueda tiene muchas formas y creencias, del animismo al mazdeísmo. Si el impulso no es simplemente una cruel broma evolutiva, la práctica religiosa ha dado lugar a diversas ideas y juicios. Como cristiano, creo que la doctrina del cristianismo es verdadera – pero esto no quiere decir que las demás religiones carezcan de cualquier verdad.


C.S. Lewis lo dijo así: «Si usted es cristiano, no tiene que creer que todas las demás religiones son simplemente erróneas de principio a fin. Si usted es ateo, no tiene que creer que el común denominador de todas las religiones del mundo es simplemente que todas son un error garrafal. Si usted es cristiano, es libre de creer que todas las religiones, hasta las más raras, contienen al menos trazas de verdad. Cuando era ateo tenía que tratar de persuadirme de que la mayor parte de la raza humana siempre se ha equivocado en la cuestión que para ellos tenía más peso; cuando me hice cristiano pude adoptar una opinión más liberal».


De manera que elijo adoptar la opinión más liberal del culto a la Navidad. Su materialismo vulgar puede resultar poco atractivo. Pero el deseo de milagros navideños y de ángeles anunciantes — de Tiny Tim de no morirse y de que haya ruido en el tejado y de George Bailey de ser el hombre más rico del municipio; durante una única noche de calma y esperanza – no son cosas baladíes.


«Encuentro en mí mismo», dice Lewis, «un deseo que ninguna experiencia de este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que yo fui hecho para otro mundo». En este argumento, el deseo sentimental de Navidades es indicio y rumor y recordatorio de un nacimiento que de alguna forma representa su culmen. Dicho de otra forma: Las esperanzas y los temores de todos los años se encuentran en la noche de uno.

Michael Gerson

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