Este verano, la Comunidad de Madrid invita tanto a residentes como a visitantes a descubrir algunas de las perlas escondidas en su territorio, cada una con una mezcla única de historia, cultura y belleza natural. Esta iniciativa, denominada «Villas de Madrid», ha sido creada con la intención de resaltar y fomentar el turismo en pequeñas localidades con poblaciones de menos de 20.000 habitantes, buscando expandir la oferta turística y aliviar la congestión en las zonas más populares.
En Manzanares El Real, los visitantes pueden maravillarse con el castillo más prístino de la región, rodeado por el impresionante paisaje de La Pedriza, ubicado en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Patones es un enclave de cuento, con su característica arquitectura de pizarra que convierte a sus calles en una especie de galería al aire libre. Con dos núcleos, Patones de Arriba y Patones de Abajo, ambos comparten una rica historia y una cálida hospitalidad.
En Rascafría , el encanto de la naturaleza se combina con la historia en el monasterio de Santa María del Paular, un legado de Enrique II del siglo XIV, resguardado por el bello Valle del Lozoya y las cimas de Peñalara.
Torrelaguna invita a un paseo por la historia, con la iglesia gótica de Santa María Magdalena y el Pósito destacando entre sus joyas arquitectónicas.
La medieval Buitrago del Lozoya ofrece un viaje al pasado junto a un río serpenteante, mientras que Chinchón seduce con su icónica Plaza Mayor y una rica gastronomía.
Colmenar de Oreja es el destino perfecto para los amantes del vino, con su DO Madrid, y Villarejo de Salvanés ofrece vistas panorámicas de la Alcarria Madrileña y un museo dedicado al cine.
En Navalcarnero , el corazón vinícola de la región, la historia se entrelaza con el presente en el Real Mercado del Siglo de Oro, mientras que San Martín de Valdeiglesias brilla como una joya enológica en la Sierra Oeste.
Finalmente, Nuevo Baztán presenta una fusión de la arquitectura francesa y española, siendo reconocido como Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.
La Comunidad de Madrid, con esta estrategia, busca potenciar estos destinos, fomentando una experiencia turística más diversa y enriquecedora para todos.