Así lo ha afirmado en una entrevista con Efe, después de que la CUP haya pasado en siete meses de apoyar su investidura, el pasado mayo, a rechazar los presupuestos de la Generalitat para 2022, que finalmente Aragonès consiguió sacar adelante gracias a los comunes.
Precisamente uno de los compromisos que adquirió Aragonès en su pacto de investidura con la CUP era someterse a mitad de mandato, en 2023, a una cuestión de confianza en el Parlament, para evaluar el grado de cumplimiento de lo acordado con los anticapitalistas.
Aragonès espera recuperar CUP
«Mi voluntad es que los compromisos programáticos que adquirí con la CUP en la investidura se apliquen. Establecimos un margen de dos años para la aplicación de todos esos compromisos sectoriales y para avanzar en el proceso de negociación» con el Estado, ha recordado.
La idea era que «después se haría una evaluación tanto del proceso de negociación como del resto de políticas del Govern», a través de «una cuestión de confianza en el Parlament», pero «con el rechazo de la CUP a los presupuestos se ha avanzado esta evaluación».
Por lo tanto, ha agregado, ahora «pierde sentido una cuestión de confianza el 2023» como establecía el pacto de investidura.
«No tiene demasiado sentido mantener una cuestión de confianza si esta confianza ya se ha retirado antes», ha argumentado.
Aun así, está «dispuesto a hablar con la CUP para encontrar la fórmula para poder reconstruir estas confianzas».
«Lo que hemos de hacer es recuperar las confianzas desde ya mismo. Hay que trabajar desde ahora para reconstruir estas confianzas, y a esto me dedicaré en las próximas semanas y meses», ha asegurado.
Aragonès ha mantenido el «contacto» con la CUP, pese a su portazo a los presupuestos, y de esos contactos espera que próximamente se pueda «recuperar la dinámica habitual de un socio prioritario para el Govern».
«Yo estoy convencido de que la CUP verá cómo los presupuestos aprobados van implementando el acuerdo de investidura, y eso será un buen punto de partida para reconducir su posición y poder recuperar un camino de acuerdos compartidos», ha afirmado Aragonès, que ve necesaria una «voluntad de acuerdos y de estabilidad en las instituciones para poder hacer las políticas de transformación social, económica, verde y feminista» que impulsa el Govern.
Aragonès ha destacado iniciativas como la internalización del 061, la implementación del plan piloto de la renta básica, el «impulso de una compañía energética pública», la gratuidad de la educación infantil, la «reducción de ratios en P3», el inicio del primer programa contra la pobreza menstrual a través del sistema educativo y el mantenimiento de una «fiscalidad progresiva».
Todos ellos, ha dicho, son «elementos que están en el acuerdo de investidura», por lo que en la CUP «tendrán que explicar por qué, pese a que se está cumpliendo el acuerdo de investidura, decidieron no dar apoyo a los presupuestos».
Aragonès ha puesto de relieve que la CUP «celebra» públicamente algunas de estas medidas, aunque «si se pueden hacer es porque se han aprobado los presupuestos».
La otra cara de la moneda del debate presupuestario es En Comú Podem, el grupo parlamentario que encabeza Jéssica Albiach, al que el presidente catalán ha «agradecido» su predisposición a acordar las cuentas de la Generalitat.
«En el debate de investidura también me dirigí a ellos para ofrecerles que se incorporasen a la vía amplia de todos aquellos que defendemos políticas de progreso y una resolución del conflicto político basada en un referéndum y el fin de la represión. En Comú Podem está en estas coordenadas», ha destacado. EFE
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