La Unión de Oficiales de la Guardia Civil Profesional ha asegurado que la muerte de dos agentes y de su traductor el pasado miércoles en Afganistán se podría haber evitado si no fuese por el «deseo de agradar» del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, al presidente estadounidense, Barack Obama.
De esta forma, la asociación ha urgido en un comunicado la salida del cuerpo del país y ha señalado que impulsará las investigaciones judiciales necesarias para esclarecer las «posibles negligencias en que pudieran haber incurrido los responsables políticos y militares» del capitán José María Galera y del alférez Abraham Leoncio Bravo.
En este sentido, ha señalado que el atentado, cometido por un chófer de la Policía afgana y en el que también murió el intérprete iraní nacionalizado español Ataollah Taefy Kalili, demuestra que los guardias civiles son para el Ejecutivo «simples marionetas puestas a disposición de un ministro y un director general de la Policía».
Los tres «seguirían junto a sus familias de no haber existido ese deseo de agradar» al presidente norteamericano, prosigue la Unión de Oficiales antes de insistir en la «falta del personalidad» de Zapatero. Ante la «despreocupación» del Ejecutivo por los guardias civiles, la asociación pide la retirada de los miembros del instituto armado del contingente español, preparado para intervenir en un escenario de posguerra, que «no es el caso» del de «violencia, conflicto y guerra» afgano.