El timón, la brújula, el cerebro, el director de orquesta… le llaman de muchas formas, pero en realidad quieren decir que es imprescindible en el equipo blanco. Xabi Alonso lleva sin jugar toda esta temporada y el Real Madrid no juega a nada porque falla todo atrás, esa defensa que empezaba el tolosarra en el centro del campo ya no existe.
Illarramendi es el único que parece capaz de ocupar esa posición, pero la solvencia del joven no es la misma y el hueco que dejará Xabi en el Madrid puede ser del calibre del que dejó Redondo (lo de Makelele no fue para tanto, porque si se pone a Guti y a Beckham para defender en el doble pivote, la creación mata a la contención, pero en el propio equipo). Parece un secreto a voces que Xabi no seguirá en el Real Madrid.
No se entiende que un hombre de su importancia llegue a estas alturas de contrato sin tener una renovación garantizada y sin que ninguna de las partes salgan a tranquilizar a la afición. Solo un ‘ya veremos’ que solo encuentra explicación cuando el que se va es un emblema al que se quiere respetar. Pocos se han ganado tan pronto el corazón del Bernabéu como este gran profesional que dejó de lucir el año pasado porque jugó lesionado por el bien del grupo.
Tiene importantes ofertas de equipos de la Premier o de destinos más exóticos, pero este caballero del fútbol solo piensa en devolverle al equipo de su corazón todo lo que le ha dado, tal y como asegura una información ofrecida en Punto Pelota. El Real Madrid quería que se quedara, pero al saber que no es un problema de dinero dejará que el jugador salga con la imagen intacta.
Según el programa de Intereconomía, Xabi compró la casa que su ex compañero Aranzábal tenía en San Sebastián para mudarse el próximo año. Quiere volver a la Real. Además, el jugador acaba de matricular a sus hijos en un colegio donostiarra para el próximo curso. El campeón del mundo también quiere que sus predecesores sientan las raíces de las que él se siente tan orgulloso. Con 32 años, no irá a retirarse. Todavía le quedan tardes de gloria.