KKR sacude el verano musical: artistas y festivales se desmarcan del fondo ligado a asentamientos en Palestina
La escena festivalera española se tambalea tras la publicación, la semana pasada, de un reportaje en El Salto que revelaba la presencia del fondo de inversión KKR, con intereses en la promoción inmobiliaria en territorios ocupados ilegalmente por Israel, en la estructura financiera de varios festivales populares en España, entre ellos Sónar, Viña Rock y los eventos organizados por Sharemusic!, como Love the 90’s.
El artículo generó una reacción en cadena. Artistas cancelando su participación, usuarios denunciando en redes y declaraciones institucionales, incluido el propio ministro de Cultura, que mostró su rechazo a lo que muchos consideran una penetración ideológica encubierta en la industria cultural española.
Festivales marcan distancias con el fondo
Este lunes, los responsables de Sónar, Viña Rock y Sharemusic! emitieron comunicados para desmarcarse de KKR y condenar abiertamente la violencia en Palestina.
Desde Sharemusic!, organizadora de festivales como Love the 90’s, Love the Twenties o I Love Reggaeton, se expresó una "total condena a la violencia que está sufriendo el pueblo palestino" y se reiteró su compromiso con "la igualdad, la libertad y los derechos humanos".
El festival Sónar, icono de la música electrónica en Europa, fue aún más directo: “Nos concierne el sufrimiento de miles de personas inocentes que padecen la crueldad de las guerras, ocupaciones y genocidios”, afirmaron en sus redes sociales. Añadieron que no tienen control ni injerencia sobre las inversiones de KKR, pese a que el fondo accedió a Superstruct, el holding que adquirió Sónar en 2018.
Viña Rock, por su parte, también se sumó al rechazo: “Condenamos sin matices la masacre que está sufriendo el pueblo palestino”, subrayó la organización. El festival manchego, con un largo historial vinculado a movimientos sociales, ha visto cómo Reincidentes y Fermín Muguruza se bajaban del cartel como gesto de protesta.
¿Cómo llegó KKR al circuito musical?
En junio de 2024, el fondo KKR adquirió una participación relevante en Superstruct, conglomerado que agrupa una amplia red de festivales europeos. Aunque desde los promotores insisten en que no existe relación directa con las decisiones del fondo, los lazos financieros han sido suficientes para que parte del público y muchos artistas lo consideren cómplice indirecto de los crímenes en Palestina.
Los lazos entre KKR y asentamientos ilegales en Cisjordania están documentados. Tal como expone el reportaje de El Salto, el fondo mantiene inversiones en empresas activas en esos territorios, lo que ha reactivado las demandas de un boicot cultural similar al que en su día se aplicó contra el apartheid sudafricano.
Artistas se suman a las cancelaciones
Varios nombres del cartel del Sónar ya han anunciado públicamente su renuncia a participar. Entre ellos, Animistic Beliefs, Jeisson Drenth, Magdalena Petrova y Ratri Notosudirdjo. En el caso de
, también han anunciado su baja Reincidentes y Fermín Muguruza, dos referentes del compromiso político y social en la música en castellano.
La cultura española, en el punto de mira
El caso ha encendido el debate sobre la financiación de la cultura en España, en particular la presencia de fondos internacionales con intereses ajenos al tejido cultural nacional. Para muchos artistas y colectivos, este episodio es un punto de inflexión: se exige mayor transparencia, ética y coherencia en la gestión cultural, especialmente en un momento en que el conflicto en Gaza alcanza niveles de devastación sin precedentes.
Los festivales, por ahora, aseguran que seguirán adelante, pero la presión social y cultural no deja de crecer.