La tensión se dispara entre India y Pakistán tras nuevos ataques
Pakistán denuncia la muerte de un civil y varios soldados heridos por bombardeos aéreos de India, mientras Nueva Delhi afirma haber eliminado a más de 100 presuntos terroristas. Ambos países mantienen contacto diplomático en medio del creciente clima de confrontación
La crisis entre India y Pakistán continúa intensificándose tras una nueva serie de ataques aéreos que ha dejado muertos y heridos en ambos bandos. Este jueves el portavoz militar de Pakistán, el teniente general Ahmed Sharif, informó que uno de los ataques tuvo lugar en la provincia meridional de Sindh, donde falleció un civil, mientras que otro resultó herido. Por otro lado, cuatro militares resultaron heridos durante otro bombardeo en la ciudad de Lahore, en el este del país.
"La India ha llevado a cabo otro flagrante acto de agresión militar contra Pakistán al enviar drones a múltiples ubicaciones. Las fuerzas armadas pakistaníes, en alto estado de alerta, han neutralizado hasta el momento 12 drones", declaró Sharif durante una intervención ante los medios.
India asegura haber eliminado a un centenar de presuntos terroristas
Desde el otro lado de la frontera, el Gobierno indio continúa defendiendo sus acciones como parte de una estrategia de seguridad nacional. En una reunión con líderes de todos los partidos políticos, el ministro de Defensa de India, Rajnath Singh, aseguró que las operaciones llevadas a cabo han resultado en la muerte de “al menos 100 terroristas”.
Según la agencia de noticias india PTI, Singh subrayó que los ataques fueron precisos y que se evitaron daños en estructuras civiles o militares no relacionadas con el terrorismo. Además, advirtió que la India está preparada para actuar de nuevo si Pakistán decide responder con otra ofensiva: “Volveremos a golpear si se produce un contraataque”, afirmó.
Por su parte, el primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, elevó el tono en su mensaje a la nación, asegurando que su país responderá “en el momento, lugar y forma que considere”, tras recibir autorización del Comité de Seguridad Nacional.
Nuevos enfrentamientos en Cachemira
India ha bautizado su actual ofensiva como Operación Sindoor, una campaña que, según Nueva Delhi, busca desmantelar la infraestructura de grupos extremistas responsables de atentados recientes. Mientras, Pakistán asegura que las víctimas de estos ataques son en su mayoría civiles. Según Islamabad, los bombardeos han causado ya 31 muertos y 57 heridos.
Paralelamente, los enfrentamientos armados en la Línea de Control —la frontera militar de facto en Cachemira— no han cesado. En las últimas 48 horas, se han reportado al menos 15 fallecidos en territorio indio, lo que evidencia la gravedad de la situación en esta región históricamente disputada.
Canales de comunicación abiertos pese a la escalada
A pesar del intercambio de fuego, las vías diplomáticas entre ambos gobiernos continúan activas. Un alto funcionario pakistaní confirmó este jueves que los mecanismos habituales de contacto se mantienen operativos, incluida la línea directa entre los directores generales de operaciones militares de los dos países.
Este canal, clave para evitar una escalada mayor, sigue funcionando en paralelo a la retórica agresiva que ambos gobiernos sostienen públicamente. La tensión se ha disparado desde el 22 de abril, fecha en la que un atentado terrorista en Cachemira dejó 26 civiles muertos. Nueva Delhi culpa a Islamabad de los hechos, mientras Pakistán lo niega rotundamente.
Evacuaciones y estado de alerta en las zonas fronterizas
Como resultado de las últimas acciones militares, las autoridades de ambos países han declarado el estado de máxima alerta en las regiones cercanas a la Línea de Control. Se han ordenado evacuaciones de civiles y la suspensión del tráfico aéreo en diversas zonas próximas a la frontera.
Continuaremos siguiendo este aumento de hostilidades entre dos naciones con armamento nuclear, que desde hace décadas mantienen una tensa disputa territorial. El riesgo de un conflicto a gran escala está más presente que nunca, mientras las víctimas civiles siguen creciendo.