La agencia nuclear de la ONU advierte del riesgo de radiactividad dentro y fuera de Irán si continúan los ataques
Las instalaciones nucleares no deben ser objetivo de ataques armados, ya que su afectación podría provocar emisiones radiactivas con consecuencias dentro y fuera del país alcanzado.
Ésta es la advertencia que ha lanzado este lunes 23 de junio, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, tras el ataque estadounidense a complejos nucleares iraníes durante el fin de semana.
La central de Bushehr, que se encuentra en funcionamiento y alberga grandes cantidades de material nuclear, es la que presenta mayor riesgo en caso de ser alcanzada. Grossi ha asegurado que un impacto directo o una interrupción en el suministro eléctrico que alimenta la planta podría desencadenar una liberación importante de radiactividad al medioambiente.
De producirse un escenario de ese tipo, serían necesarias medidas de protección como evacuaciones, refugio de la población, distribución de yodo estable y restricciones alimentarias, con efectos potenciales que se extenderían a cientos de kilómetros.
Daños en instalaciones clave: Fordow, Natanz e Isfahán
Durante su intervención, el director del OIEA ha detallado el estado actual de los complejos nucleares iraníes tras los últimos bombardeos. En Fordow, principal centro de enriquecimiento de uranio al 60 %, se han detectado cráteres compatibles con el uso de municiones perforantes. “Dada la sensibilidad de las centrífugas a las vibraciones, se espera que los daños sean muy significativos”, ha advertido.
En Isfahán, los misiles alcanzaron varios edificios relacionados con la conversión de uranio y los accesos a túneles de almacenamiento de material enriquecido. En Natanz, fue atacada de nuevo la planta de enriquecimiento de combustible. Estados Unidos ha confirmado el uso de munición de penetración subterránea.
Según la información proporcionada por Irán al OIEA, no se ha detectado un aumento de la radiación en el exterior de estos tres emplazamientos. La agencia sigue supervisando la situación y ha agradecido la cooperación de las autoridades iraníes en materia de seguridad del personal internacional.
Inspectores listos para volver si se garantizan las condiciones
Grossi ha reiterado que el acceso a los emplazamientos nucleares es esencial para verificar el estado del material sensible, en particular los más de 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60 %. “Nuestros inspectores están en Irán y están listos”, ha afirmado, subrayando que cualquier traslado de material debe ser declarado y autorizado conforme al Acuerdo de Salvaguardias vigente.
También ha recordado que el regreso del OIEA a todas las instalaciones requiere que se restablezcan las condiciones de seguridad, y ha llamado a un cese de las hostilidades para que la agencia pueda desplegar a sus equipos técnicos sobre el terreno.
Grossi ha mostrado su disposición a viajar personalmente a Irán para facilitar el diálogo y coordinar el trabajo de verificación, e insiste en que todas las medidas que adopte Irán deben realizarse dentro del marco legal del acuerdo con el organismo.
La vía diplomática sigue abierta, insiste la agencia
“El peso de este conflicto amenaza con colapsar el régimen mundial de no proliferación nuclear”, ha advertido el director del OIEA. Aun así, ha defendido que “todavía hay un camino para la diplomacia” y ha pedido a todas las partes que activen las vías de negociación antes de que la violencia alcance niveles irreversibles.
Según ha explicado, los elementos de un posible acuerdo están identificados, y el OIEA puede garantizar, mediante un sistema de inspecciones, que Irán no desarrolle armas nucleares. “La alternativa sería un conflicto prolongado y una amenaza inminente de proliferación que afectaría a la estabilidad del régimen internacional de no proliferación en su conjunto”.