El campeón colapsa de nuevo
Empieza a alejarse la posibilidad de que los Boston Celtics conquisten el anillo de la NBA por segundo año consecutivo, y más aún si siguen cometiendo errores impropios de un campeón.
Anoche, en el TD Garden, volvieron a perder un partido contra los New York Knicks que, nuevamente, ganaban por 20 puntos. No aprendieron la lección del primer encuentro de la serie, en el que dejaron escapar una ventaja aún mayor.
Esto supone ahora un problema serio, ya que se ven 0-2 abajo en estas semifinales de la Conferencia Este y viajan a Nueva York para disputar dos partidos críticos en el Madison Square Garden. Dos encuentros que deben ganar sí o sí, porque las estadísticas comenzarían a jugar muy en su contra.
De entrada, si pierden el siguiente partido, se pondrán en una situación límite: ningún equipo en la historia de la NBA ha remontado un 3-0 en una serie de playoffs.
Si logran regresar a Boston para el quinto partido con un 3-1 en contra, las estadísticas mejoran algo, pero seguiría siendo muy complicado. De los 288 equipos que han estado en esa situación, solo 13 han conseguido darle la vuelta, es decir, un 4,5%.
El último caso fue el de los Denver Nuggets, que lo lograron en dos rondas seguidas durante los playoffs de 2020, un año muy peculiar por la ausencia de público debido al COVID, un factor que fue clave.
El gran problema de los Celtics está siendo, sin duda, el tiro exterior. El vigente campeón es el equipo que más triples intenta por partido, siendo la anotación exterior su principal fuente de puntos. Pero en estos dos primeros partidos, su porcentaje de acierto ha sido desastroso.
En el primer encuentro lanzaron 60 triples y solo metieron 15, firmando un récord negativo en la NBA como el equipo que más lanzamientos de tres ha fallado en un partido de playoffs, 45.
En la madrugada de hoy, la historia no cambió mucho: solo 10 triples acertados de 40 intentos, otro 25% de acierto.
El último cuarto volvió a ser un desastre. Ganaban de 16 con menos de ocho minutos por jugarse, pero estuvieron casi siete minutos seguidos sin anotar, con unos nervios más propios de jugadores novatos que de un equipo campeón.
Las estrellas tampoco estuvieron a la altura. Tatum, llamado a ser el líder absoluto en los momentos complicados, dejó muchas dudas.
Ya le sucedió en las finales del año pasado, cuando su compañero Jaylen Brown acabó siendo el MVP. En estos dos partidos lleva 23 y 13 puntos, con porcentajes muy pobres: 7/23 y 5/19 en tiros. Y en la última jugada, cuando tenía que ser decisivo, acabó perdiendo el balón.
El problema es que Brown esta vez no está ayudando. El alero hizo anoche 8/23 en tiros, y en el primer partido 7/20, unos porcentajes que no hacen más que condenar a los suyos.
Joe Mazzulla tiene mucho trabajo por delante si no quiere que su equipo se vaya de vacaciones antes de tiempo, lo que sería un fracaso mayúsculo teniendo en cuenta que este grupo era, a priori, el gran favorito para llegar, como mínimo, a las finales otro año más.