Ser madre es un desafío para cualquier mujer. Requiere paciencia, amor, energía y una entrega total que cambia la vida para siempre. Pero, ¿qué sucede cuando además de las demandas de la maternidad, una mujer tiene que lidiar con una discapacidad? Este es un tema, el de las madres con discapacidad, que a menudo es ignorado o, en algunos casos, deliberadamente evitado a nivel social.
La maternidad es vista, de manera casi universal, como un símbolo de fortaleza y capacidad. Pero cuando una mujer tiene una discapacidad, muchas veces la sociedad asume que no puede o no debería ser madre, como si se tratara de una tarea imposible. Sin embargo, estas madres demuestran a diario que la discapacidad no define su capacidad para criar y amar a sus hijos.
Una de las principales barreras que enfrentan las madres discapacitadas es la falta de apoyo adecuado. Desde las estructuras sociales hasta las leyes, la sociedad aún tiene un largo camino por recorrer para ser verdaderamente inclusiva. Muchas veces, las mujeres con discapacidad encuentran que no hay servicios o adaptaciones disponibles para facilitar la crianza de sus hijos. Los parques infantiles, las guarderías, incluso los hospitales, no siempre están diseñados para ser accesibles, lo que crea una enorme carga para estas madres, que no sólo están lidiando con su propia movilidad o limitaciones sensoriales, sino también con el cuidado de sus hijos.
Prejuicios y madres con discapacidad, un tándem que se da demasiado a menudo
Las madres con discapacidad tienen que enfrentarse a la percepción externa. Los prejuicios son persistentes y pueden ser devastadores. Hay una tendencia a dudar de su capacidad para ser madres y, peor aún, a subestimar su deseo de serlo. El estigma social es tan fuerte que muchas mujeres discapacitadas ni siquiera se sienten apoyadas para expresar su deseo de ser madres, por temor al juicio o a la incomprensión.
Este tipo de actitudes limitan no sólo a las madres, sino a la sociedad en general. La diversidad de la maternidad debería ser celebrada, no silenciada. Las madres discapacitadas poseen una capacidad para el amor, la resiliencia y la adaptación que a menudo es subestimada. Sus hijos crecen en hogares donde aprenden el valor de la inclusión, la paciencia y el respeto por las diferencias. Estas madres enseñan a sus hijos que los obstáculos no deben definir sus vidas y que la discapacidad no les impide tener sueños y ambiciones.
El acceso a tecnologías y recursos de apoyo también puede marcar una gran diferencia. Existen sillas de ruedas adaptadas para llevar a los niños, aplicaciones que facilitan la organización del hogar y redes de apoyo en línea donde madres discapacitadas comparten consejos y experiencias. Pero el acceso a estas herramientas sigue siendo limitado para muchas, y su coste, prohibitivo. La tecnología, si se hiciera más accesible, podría ser un cambio de vida para muchas mujeres, al igual que el simple hecho de que las instituciones reconozcan sus necesidades y las incluyan en sus planes.
Es hora de que como sociedad reconozcamos este valor. Las madres con discapacidad no necesitan nuestra lástima; necesitan nuestro apoyo. Necesitan que se creen espacios accesibles, que se amplíen las políticas de inclusión, y sobre todo, que se les vea y escuche.
Programas de apoyo a las madres con discapacidad
Los programas de ayuda a madres discapacitadas en España han evolucionado en los últimos años para ofrecer un apoyo más integral, enfocado en la protección de los derechos sociales y el bienestar familiar. Estas ayudas se canalizan a través de diversas instituciones tanto públicas como privadas, con el objetivo de aliviar las cargas económicas, facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, y mejorar la calidad de vida de las mujeres que, además de ser madres, enfrentan algún tipo de discapacidad.
Diversas entidades, fundaciones, asociaciones e instituciones han creado programas de apoyo y ayuda a madres con discapacidad. Voy a nombrar algunos de los programas más desarrollados como el de la Fundación ONCE, Fundación A LA PAR, COCEMFE, Plena Inclusión, ASPACE, FAMMA, Fundación Tutelar Gureak, Fundación Juan XXIII Roncalli…
Prestaciones y ayudas económicas
Por su parte, uno de los pilares más importantes son las prestaciones económicas. La Seguridad Social y el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ofrecen diferentes subsidios para madres discapacitadas, entre los que destacan:
- Subsidio por maternidad: Se trata de una prestación que reemplaza el salario durante el período de baja por maternidad. En el caso de las madres discapacitadas, puede haber bonificaciones y beneficios adicionales.
- Prestación por hijo a cargo: Esta ayuda económica está destinada a madres con hijos menores de edad o mayores si tienen alguna discapacidad. En el supuesto de que se trate de una discapacidad genética y la madre tenga la misma discapacidad, ya que los umbrales de ingresos son más flexibles y las cuantías más elevadas.
Conciliación, empleo y salud
La conciliación laboral es otro de los retos más importantes para madres discapacitadas. En este sentido, existen iniciativas como el Programa de Fomento del Empleo que incentiva la contratación de personas con discapacidad, incluyendo a madres, mediante bonificaciones para las empresas y programas de formación especializados. Las leyes de Conciliación de la Vida Familiar y Laboral también permiten que estas madres accedan a reducciones de jornada, permisos laborales o modalidades de teletrabajo más flexibles.
Por otra parte, el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) garantiza apoyos adicionales para aquellas madres con un grado de discapacidad que les dificulte realizar ciertas actividades cotidianas, ofreciendo ayudas en servicios de asistencia personal o adaptaciones en el hogar.
Muchas organizaciones no gubernamentales, como CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), proporcionan servicios de apoyo psicosocial, asesoría jurídica y orientación laboral. Además, se ha dado un énfasis importante en la atención a la salud de estas madres, promoviendo el acceso a tratamientos médicos especializados y a servicios de rehabilitación que faciliten su autonomía.
El acceso prioritario a viviendas adaptadas y a programas de inclusión social también forma parte del paquete de medidas orientadas a madres con discapacidad. Por otro lado, los centros de atención temprana para niños con necesidades especiales ofrecen un alivio significativo a madres que deben cuidar de hijos pequeños o con discapacidades.
En Tercer Sector de ESTRELLA DIGITAL, pensamos que es fundamental sacar este debate a la luz. Romper el tabú alrededor de la maternidad y la discapacidad es crucial para construir una sociedad más justa e inclusiva. Las madres discapacitadas no son menos capaces, ni menos merecedoras de amor o de formar una familia. Son, como cualquier madre, mujeres fuertes que hacen lo mejor por sus hijos, día tras día.
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