jueves, marzo 28, 2024
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Curar la hiperhidrosis es más fácil de lo que parece

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La sudoración es un mecanismo que emplea nuestro cuerpo para regular la temperatura y que permite perder calor a través de la evaporación del sudor, además, éste tiene otras funciones secundarias
como servir de vehículo a la eliminación de toxinas o participar en la atracción sexual.

Según explica a Infosalus Raúl de Lucas, dermatólogo del Hospital Universitario La Paz de la Comunidad de Madrid, la hiperhidrosis es una circunstancia patológica por la que un exceso de sudoración en las zonas corporales con glándulas sudoríparas interfiere en la vida
personal, social o en las relaciones sexuales
.
Se considera que esta sudoración excesiva puede devenir en patológica cuando interfiere con la calidad de vida de la personas. Suele aparecer en la adolescencia y su mayor incidencia se registra en la segunda, tercera y cuarta década de la vida, etapas decisivas en el desarrollo de las relaciones personales y laborales.

«En la hiperhidrosis existe un problema en una de las partes del sistema nervioso autónomo, el sistema simpático, de ahí que uno de los tratamientos en los casos más graves consista en una simpatectomía, la extirpación de un ganglio que estimula la sudoración», explica De Lucas.

En la mayoría de los casos, el origen de la hiperhidrosis es idiopático, es decir, se desconoce su causa aunque puede estar asociada a alteraciones tiroideas, por lo que los especialistas realizan analíticas a los pacientes para descartar problemas de este tipo.

Otras posibles causas incluyen a las alteraciones anatómicas que ocasionan una compresión de las terminaciones nerviosas implicadas en los mecanismos del sudor, los traumatismos y, aunque de determinación más difícil, problemas emocionales (ansiedad o estrés excesivo).

Aunque aún no se ha descubierto la existencia de ningún gen asociado a la hiperhidrosis sí que existen familias en las que varios miembros pueden padecerla, como padres e hijos.

Complicaciones y dificultades diarias

La sudoración se produce de día y no de noche y los pacientes refieren que se desencadena en gran medida por el estrés emocional y la subida de las temperatura en verano.

Según señala el dermatólogo, las zonas en las que se produce una mayor sudoración y por las que más acuden a consulta las personas afectadas son manos, pies y axilas, aunque también pueden estar afectadas otras partes del cuerpo como la frente, la cabeza o el tórax.

El tratamiento va dirigido principalmente a las palmas de las manos y las axilas ya que en lo que se refiere a los pies la sudoración es menos problemática y no interfiere tanto en las esferas personal y laboral.

Las complicaciones derivadas de la hiperhidrosis se producen principalmente en pies y manos y suponen más infecciones, mal olor, alteraciones psicológicas, ampollas derivadas de la mayor fricción y la incomodidad natural por estar siempre mojado. Sobre su interferencia con la vida cotidiana De Lucas explica que existen casos en los que la patología puede hacer incompatible el ejercicio profesional como en el caso de violinistas y sin embargo en otros casos no resultar ningún problema a este respecto como entre el gremio de los pescaderos.

«Entre quienes peor lo pasan están los estudiantes que literalmente pueden empapar el papel del examen y existen casos en los que la hiperhidrosis es tan abundante que los pacientes incluso pueden dejar un ‘charquito’ en la consulta», comenta De Lucas.

Buscar tratamiento: más fácil de lo pensado

El especialista de La Paz anima a quienes padezcan una sudoración excesiva a que consulten con un dermatólogo ya que existen tratamientos eficaces para la afección que van desde el uso adecuado de los antitranspirantes, la aplicación de toxina botulínica, fármacos orales anticolinérgicos y tratamientos tópicos. «Estamos en disposición si no de ofrecer una solución definitiva sí de mejorar la calidad de vida de las personas en las que el sudor excesivo se convierte en un problema», aclara  De Lucas.

«Además, hay mucha gente que aún no sabe que existe la hiperhidrosis, que su sudoración excesiva es una patología que puede tratarse. No es un trastorno raro y el dermatólogo es el especialista que se encarga de tratarla», continúa el médico.

Según concluye De Lucas, el tratamiento puede ser tan fácil como aplicar toxina botulínica de forma ambulatoria y sin anestesia, «el paciente sale de consulta y puede estar sin sudar hasta 6 meses».

En los casos más graves se emplea la cirugía, la denominada simpatectomía, una intervención quirúrgica por vía endoscópica que requiere de anestesia y en la que se realiza una incisión en la axila para cauterizar el ganglio simpático. La operación consigue detener la sudoración en la mitad superior del cuerpo.
 

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