Mar Flores ha vuelto a la vida social, y este hecho no parece agradar en demasía a su ex, Alessandro Lecquio. La modelo decidió estar una época alejada de los focos, después de que se anunciara públicamente su divorcio del empresario Javier Merino. Sin embargo, Flores ha hecho apología del refrán 'agua pasada no mueve molino', y se ha mostrado firme y positiva ante la prensa.
La tía de Laura Matamoros ha reaparecido esta semana en la presentación de un nuevo perfume, donde ha contado que se encuentra tranquila y serena en esta nueva etapa vital. Muy cauta al respecto, reveló que intenta mantener a sus hijos al margen de lo que está sucediendo entre Merino y ella: «Yo ya tengo la tranquilidad y la madurez para explicarles lo que no es verdad, pero me preocupa sinceramente la escasa información o las vueltas que se le dan a las cosas».
De Flores se ha especulado que estaría rehaciendo su vida con otra persona, según la portada de una conocida revista. Sin embargo, ella lo ha negado todo de manera contundente: «En la portada de un revista aparecía con un nuevo novio por las calles madrileñas. A este señor le pedí que me quitara el coche de segunda fila, que no se ni quién es. Pobre él, pobre su mujer, me estará poniendo verde, a él le habrá caído bronca y a mí me da mucha pena, porque mis hijos lo ven».
Alessandro Lecquio, en contra de su actitud
Alessandro Lecquio, ex de la modelo, no ha dudado en arremeter contra ella en el espacio en el que colabora, 'El programa de Ana Rosa': «Ella disfruta haciéndose la víctima, 'tengo que soportar los medios', dice. No cabe mas hipocresía que una persona critique a los medios saliendo en ellos. Tiene que hacer creer que las escaleras solo sirven para subir nunca va a reconocer un tropezón».
El personaje televisivo llegó a declarar, hace unas semanas, que Mar Flores «no se mueve por instinto», y que Javier Merino nunca había sido «el amor de su vida», sino que solo se trataba de «un apaño».
En esta ocasión ha seguido despachándose a gusto, al recordar el viaje a Roma donde fue descubierta su historia de amor: «Ella está obsesionada con triunfar y un fracaso es un paso atrás y ella eso no lo reconoce nunca. Voy a contar una anécdota, cuando la pillan conmigo en Roma llevaba un abrigo de visón que le había regalado Fernández Tapias dos días antes. La noche anterior a la publicación de las fotos, ella va a un evento y le dicen que van a salir unas fotos y Fernández Tapias le pregunta por esas fotos. Ella le dice 'nada que me encontré con Lequio en Roma, pero son fotos muy antiguas'. Aún así cuando salieron tuvo que reconocer que me había visto ese día porque llevaba el mismo abrigo».
Ana P. Cabrero