miércoles, abril 24, 2024
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Los sismógrafos registran también las tormentas magnéticas del Sol

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El primer autor de la investigación, que publica la revista Earth, Planets & Space, es el geólogo Jordi Díaz, quien ha recordado que el 7 de septiembre de 2017 se produjo una variación súbita del campo magnético terrestre, un fenómeno que se conoce como Sudden Storm Commencement (SSC) y que está provocado por el incremento brusco del viento solar, debido a su vez a una variación en la actividad del Sol.

Este SCC fue registrado no sólo por los magnetómetros de diferentes observatorios del mundo, entre ellos el del Observatorio del Ebro, situado en Roquetas (Tarragona), sino también por numerosos sismómetros de banda ancha desplegados en diferentes latitudes del planeta.

Este es uno de los casos recogidos en esta investigación, en la que han colaborado los investigadores Mario Ruiz (GEO3BCN-CSIC), Juan José Curto y Joan Miquel Torta, del Observatorio del Ebro (CSIC – Univiversidad Ramon Llull), y Juanjo Ledo, Antonio Marcuello y Pilar Queralt, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona.

El trabajo se ha centrado en estudiar cómo las variaciones en el campo magnético provocadas por los SCC y también algunas alteraciones del campo eléctrico generadas por los humanos quedan registradas en los datos sísmicos.

«El estudio muestra que los sismómetros de banda ancha son capaces de detectar la llegada al planeta de los llamados ‘Sudden Storm Comencements’, variaciones bruscas del campo magnético terrestre asociada a variaciones en la actividad solar», ha detallado Díaz.

Para ello, los autores recuperaron los datos de 145 sismómetros de banda ancha que forman parte de las principales redes sísmicas mundiales para verificar si los SCC detectados habían dejado su huella en las señales sísmicas.

Comparando los registros, pudieron observar que de los 34 SCC analizados, 23 habían sido registrados por los sensores sísmicos distribuidos por diferentes puntos del planeta, incluyendo el Ártico, los trópicos y la Antártida.

Analizando la señal, los investigadores también observaron que los sismómetros eran capaces de registrar no sólo el SCC sino también la tormenta solar posterior.

El estudio muestra también cómo algunas variaciones del campo electromagnético generadas por la actividad humana son detectadas por los sensores sísmicos, por ejemplo las variaciones del campo eléctrico producidas por la actividad de sistemas de transporte urbano, como el metro o el tranvía, que se reflejan claramente en los registros de la estación sísmica instalada en el GEO3BCN-CSIC de Barcelona.

Según Díaz, el estudio plantea «diferentes hipótesis para explicar el mecanismo mediante el cual las variaciones del campo magnético aparecen también en la señal sísmica».

Este mecanismo tiene que ver con cómo los sismómetros obtienen los valores de desplazamiento, que se ve afectado en el caso de variaciones fuertes del campo magnético»

«El trabajo muestra que el efecto de los fenómenos magnéticos sobre los sismómetros es un fenómeno global y abre la posibilidad a utilizarlos como una herramienta complementaria para estudiar el campo magnético y sus posibles perturbaciones en áreas alejadas de observatorios magnéticos», según Díaz.

«Una vez más, ponemos de manifiesto que los datos sísmicos pueden utilizarse para estudiar diferentes fenómenos, más allá de la detección de terremotos», ha concluido el investigador. 

Estrella Digital

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