En una entrevista en la emisora RAC-1, Bassat, que también es el director del programa de malaria del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ha insistido en la seguridad de la vacunas y en reabrir los colegios el 10 de enero «porque la transmisión es muy pequeña si se hacen bien las cosas», aunque ha admitido que «tener un 30 % de los niños vacunados es insuficiente».
«Todas las medidas conservadoras nos llevarían a menos transmisión en las escuelas, pero cabe preguntarse si el riesgo-beneficio vale la pena. Si las cosas se hacen bien la transmisión en las escuelas puede ser muy pequeña», ha asegurado.
En su opinión, «podría haberse propuesto acelerar el ritmo de la segunda dosis. La idea de las ocho semanas obedece más a una razón logística que científica. No había vacunas suficientes para dar la segunda dosis antes de tener suficientes niños vacunados con la primera».
Por ello, ha propuesto «acortar a tres semanas la segunda dosis porque habría niños vacunados con pauta completa que no deberían hacer confinamiento. Nos ayudaría mucho a devolver la normalidad a las clases», ha señalado.
«Aún no tenemos suficientes niños menores de 12 años vacunados con la pauta completa y no lo tendremos hasta marzo. Proponer que los contactos de un caso positivo pudieran saltarse el confinamiento tiene un riesgo de rebrotes que queremos evitar», ha señalado el experto, que ha subrayado que «los menores de 12 años han descendido proporcionalmente en el ‘ranking’ en los grupos de edad de mayor incidencia». EFE
A.M.