Una propuesta
El escándalo de los pagos a una escritora que resultó ser la expareja del director de la Fundación Ideas, ligada al Partido Socialista, ha suscitado el debate sobre la financiación pública que reciben estos foros de "pensamiento" en tiempos de recorte y miseria.
Curiosamente, cuando los presupuestos de 2013 ofrecen un panorama desolador en las partidas destinadas a Educación, Sanidad, Investigación y Desarrollo o ayudas a ONG, es decir, las cosas de comer, se mantiene intocable el dinero destinado a que los partidos "piensen" en soluciones a problemas de futuro.
Las fundaciones sirven para dar lustre y poder a las direcciones de los partidos
Dado el magro resultado que ambos partidos han cosechado en sacar al país de la crisis económica que lo asola, no parece muy eficaz la labor de las dos fundaciones que reciben la mayor partida de fondos públicos destinados a este fin. A la luz del desastroso panorama de seis millones de parados, no se recuerda ninguna aportación brillante ni de FAES (la fundación del PP presidida por Aznar) ni de Ideas.
Si además se tiene constancia, y no hay más que mirar los nombres que conforman los patronatos de las dos fundaciones, de que son verdaderos cementerios de elefantes, donde encuentran plácido acomodo exministros, asesores varios, además de parientes y amigos, no se justifica que se financien con los impuestos del resto de los españoles.
Se da la paradoja de que la partida destinada a estos centros de "Think Tank" como les gusta llamarse sale en gran medida del ministerio de Educación, uno de los más tocados por los recortes. Casi tres millones de euros que han servido, entre otras cosas, para pagar el salario del Sr. Mulas, ese brillante intelectual, que realizaba informes para el FMI proponiendo que Portugal despidiera 150.000 funcionarios.
Las fundaciones sirven, además de para la recolocación de desubicados de cargos públicos, para dar lustre y poder a las direcciones de los partidos. Zapatero creó Ideas fusionando las de sus antecesores y el PP, con Aznar, hizo lo mismo.
El dinero público tiene funciones sociales mucho más precisas que sufragar costosos ideólogos
Coincidiendo con la inmutabilidad de los fondos destinados a FAES e Ideas, los presupuestos recogen un descenso del 23,4% del dinero destinado a Cooperación y Desarrollo, las becas a estudiantes sufren un recorte del 3,8%, y la I+D sufre, por sorpresa, un nuevo tijeretazo que reduce la financiación de más de tres mil proyectos científicos.
La propuesta es muy sencilla: si tan imprescindibles son para las formaciones políticas estos centros de pensamiento, que los integren en sus organizaciones o que se mantengan con las aportaciones de militantes o simpatizantes.
El dinero público, ese bien escaso, tiene funciones sociales mucho más importantes que atender; mas precisas que sufragar costosos ideólogos que no han sido capaces de ofrecer una visión de país.
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Victoria Lafora