Tiempo de felicidad en Madrid

Para el Real Madrid el partido contra el Espanyol, al que ha derrotó  por 5-0, fue coser y cantar. No sólo goleó con facilidad, sino que su juego brilló por todo lo alto. Disfrutó e hizo disfrutar a su afición, que ve como su equipo  quiere recuperar la hegemonía del fútbol español y recobrar los viejos laureles.

Ante el  Espanyol,  puso de manifiesto el hambre que esta temporada tiene el Real Madrid. En una faena de aliño y hasta con elegancia, goleó al equipo de Pochettino, que echo en cara a sus jugadores sus pocas ganas de competir. Era igual, a este Madrid no hay quien lo pare. Se ha fijado como objetivo proclamarse campeón de liga lo antes posible con récord de goles y puntuación, y seguro que lo consigue.

El partido  fue muy vistoso, entretenido  y de gran calidad, con algunos goles dignos de mencionar, como el segundo  marcado por Khedira donde intervinieron de forma decisiva y preciosa Xabi Alonso, Cristiano Ronaldo y Özil, con toques muy sutiles para que el alemán marcase. Tampoco fue malo el cuarto de Higuaín, tras una jugada por la banda izquierda de Kaká, que me recordó a de su época dorada en el Milán.

El Madrid  además, se marcó  una actuación muy coral y hasta solidaria, incluido Cristiano Ronaldo. Todo el equipo estuvo a un gran nivel. Bueno, todos no, porque Carvalho desentonó y de qué  manera. Nunca estuvo en el partido y al descanso, ante la pitada del Bernabéu, Mourinho lo cambió por  Varane. No entiendo el empeño del técnico en  la  titularidad  del portugués cuando tiene al francés  que es un jugadorazo. El  Madrid ha encontrado a un central de categoría, y sólo tiene 19 años.

El partido ha servido para que Higuaín,  y Kaká  se reivindiquen. Así como Khedira, el jugador idóneo para acompañar en el centro del campo a Xabi Alonso.

Mención aparte, merece Özil, que como en su día dije sobre Zidane, juega con el frac puesto. Es un espectáculo ver la elegancia con la que se desenvuelve el alemán. Es un jugador distinto a todos, por como maneja el tiempo de los partidos. Cuando hace falta pausa, la pone: Si toca a rebato, corre y sprinta  hasta descolocar a la defensa. Ver a Özil jugar es una delicia.

Lo dijo Emilio Butragueño al final del partido Real Madrid-Espanyol:“Estamos en un periodo de felicidad”. Y es verdad,  este Madrid que juega tan bien ó mejor que el Barcelona,  está impartiendo un curso de pegada y de estrategia ofensiva  que aterroriza a sus rivales cuando visitan el Bernabéu. El equipo de Mourinho, sí, ese que decían  sus más acérrimos críticos que era un entrenador defensivo y que no era el adecuado para dirigir al Real Madrid, resulta que va camino de lograr números de récord en cuanto a goles y puntuación. Mejor  imposible.

Su caminar por la liga es impecable. No hay quien le tosa y algún día se reconocerá el gran mérito de este equipo que está siendo capaz de tener al mejor Barcelona nada más y nada menos que a diez puntos. Y no sólo eso, sino que lo está logrando jugando como los propios ángeles. Está siendo mejor que el Barcelona de Guardiola, quién  tras vencer al Sporting volvió a lanzar la piedra y a esconder la mano, al referirse a los árbitros. Menos mal que terminó reconociendo, no se si de verdad ó echando mano de su fina ironía,  que la diferencia de puntos era porque este Madrid está imparable. Por una vez estoy totalmente de acuerdo con Guardiola. El Madrid, hoy por hoy, es  mejor equipo que el Barça. Y si está arriba del todo es porque está cuajando un campeonato para enmarcar. Lo de los árbitros suena a chiste de mal gusto. Naturalmente que en algunos partidos le han beneficiado, y en otros todo lo contrario. Lo mismo que al Barcelona.

Lo más sorprendente es que los dos grandes se quejen de los árbitros cuando siempre, a lo largo de la historia, han sido los más beneficiados. Y sorprende más que el Barcelona se queje ahora que le van mal dadas, cuando hace bien poco Alves declaraba que “quejarse era de perdedores”.  Lo mejor es que unos y otros se callen y dejen en paz a los árbitros que bastante tienen.

Si antes el Barcelona ganó todo, fue porque era el mejor. Si este año la liga se la lleva el Real Madrid, como eso parece, pues será por las mismas razones. Desde luego, por juego, regularidad, pegada y ganas, se la merece.

Queda una jornada menos y el Real Madrid mantiene la diferencia de diez puntos con su gran rival, el Barcelona. La liga  la tiene en sus manos.

Alfonso Celemín