Rajoy evita a Ana Pastor
La otra es mucho más guapa, por supuesto mucho más sexy y dicen incluso que más inteligente, pero Mariano Rajoy nunca cambiará a Gloria Lomana por Ana Pastor. Con la primera iría a cualquier parte, con permiso de su marido Piqué (no, no el guaperas de Shakira sino aquel que fuera ministro de Exteriores con Aznar). Con la segunda no se tomaría ni una caña, con o sin permiso de su pareja Ferreras (no, no Juan, uno de los fundadores de la Real Academia Española, sino el director de La Sexta).
A la directora de Informativos de Antena 3 ya le ha concedido dos entrevistas y, si ella quiere, le concederá otras veinte antes de que termine su legislatura. A la presentadora de El objetivo y encargada de entrevistas a "celebritis" en CNN +, no le ha concedido ninguna, ni se la concederá en esta ni en otra vida.
Quizás sea precisamente por el tema de los maridos, porque para Mariano no es lo mismo el "rojeras" de Ferreras (por aquello de presentar Al rojo vivo, no vayan a pensar mal) que un colega de partido como Piqué, por mucho que el primero fuera director de Comunicación del Real Madrid, su equipo del alma.
Por eso sigue negándose a ser entrevistado por Ana Pastor, pese a que incluso otros presidentes como el colombiano Juan Manuel Santos ya le haya dado el visto bueno a la que será su segunda entrevista con la periodista, en este caso para CNN + (la primera fue en Los Desayunos de TVE).
Rajoy todavía recuerda cómo han salido de mal parados colegas suyos como Cospedal o Esperanza Aguirre, una más que otra, de entrevistas con la Pastor, pese a tener incluso más tablas televisivas que él, y no quiere que la audiencia se ría más de él de lo que ya lo hacen en público y en privado.
Él sabe que Gloria no le va a poner nunca contra la espada y la pared, por mucho que tenga que escuchar repreguntas tan simples como "¿Y qué?", que le hizo un par de veces el pasado lunes tras cuestionarle sobre si había leído o no las memorias de Aznar y Zapatero. Tampoco le preocupa que las redes sociales digan que lo único bueno de su entrevista es que los profesores de periodismo han encontrado "el perfecto manual de lo que no hay que hacer".
El presidente debe temer que si el populacho de Tengo una pregunta para usted puso en un brete a Zapatero con preguntas tan difíciles como "¿sabe usted cuánto cuesta un café?", una profesional, y muy buena, pese a quien le pese, le podría quitar hasta el seseo con su cuestionario.
La mosca