Política y antipolítica
El nuevo modelo político que empieza a germinar en Europa tiene alergia a las urnas, está hecho de una especie de modelo antisistémico pero para afirmar las bases más sólidas del sistema: las económicas. Nos gobierna la economía, eso es un hecho. Desde hace unos pocos años el vendaval de la crisis se ha cebado con la política, la ha ninguneado y la ha dejado, entre jirones, hecha unos zorros junto al cubo de la basura.
Ahora, Monti imprime un trazo más de color en el collage de la realidad actual. Quiere ser presidente, de nuevo y tras dimitir, pero sin pasar por las urnas. Eso son cosas de otros, de otros tiempos, quizá, cuando el gobierno se hacía exponiéndose previamente al control ciudadano en las elecciones.
Elegirán los italianos entre grupos rehenes y la corrupción económica y moral que representa el paso atrás de Berlusconi
La República Italiana nunca ha sido un dechado de virtudes, pero era un país democrático que funcionaba atendiendo a la opinión pública. Aun así, se colaron los líderes que tenían connivencias con la mafia, la CIA o Berlusconi, que una vez finiquitado Craxi, se puso al frente del espectáculo. Tal y como quiere hacer ahora, por cierto.
La izquierda acaba de elegir, en modélica votación popular, al candidato Bersani, que habrá de oponerse al programa de la derecha. ¿O no?
La jugada de Monti es, probablemente, un fuerte pulso a la pluralidad de alternativas y deja sometida a la sociedad italiana al juego con cartas marcadas: preséntense y saquen los diputados que quieran, luego llegaré yo con mi programa y punto y final, perece decir. La disyuntiva de la jugada la facilita la candidatura de Berlusconi. Elegirán los italianos entre grupos rehenes y la corrupción económica y moral que representa el paso atrás de Berlusconi.
Europa no debe apostar por salir de la crisis renunciando a su principal patrimonio: la democracia; debería defenderla. No se puede pensar que los tecnócratas que condujeron al desastre administren la herencia más importante de nuestra civilización. El modelo de Monti y la antipolitica griega son dos ejemplos de un retroceso que con el tiempo pagaremos dramáticamente.
Rafa García-Rico - en Twitter @RafaGRico - Estrella Digital
Rafael García Rico