Navidad en Siria
Deseamos un año nuevo y muy distinto del 2013 para Siria. En las últimas noticias se dice que han matado a cientos de personas con bombonas de artillería, unos artefactos pensados para matar y hacer daño de lo lindo y que se lanzan con total impunidad sobre los barrios de Alepo. Una cosa es la lucha contra los rebeldes y la otra las masacres contra la población civil siria.
Estos actos no pueden quedar impunes. Deberán ser objeto de una investigación y deberá castigarse a los culpables, probablemente por crímenes de guerra y contra la humanidad, aunque no se hayan cometido con armas químicas. Se trata de ataques indiscriminados contra la población civil que vulneran las normas del Derecho internacional humanitario aplicable a los conflictos armados; también en los conflictos armados internos como parece que es el de Siria, aunque haya participantes de múltiples nacionalidades entre los combatientes.
Esperemos que la Conferencia de Paz de Ginebra sobre el conflicto tenga éxito pero que no pase por encima de estos crímenes graves, que lo son -aunque, repito, no se hayan utilizado armas químicas-, porque son actos de guerra contra la población civil. De lo contrario estaríamos admitiendo que los conflictos no tienen límites en cuanto a los medios que pueden utilizarse para conseguir los objetivos por las partes contendientes.
No se debe pasar por encima de estos crímenes graves, estaríamos admitiendo que los conflictos no tienen límites en cuanto a los medios que pueden utilizarse para conseguir los objetivos
Pensemos en los niños que han muerto en los últimos ataques en un conflicto que ya ha causado más de 125.000 víctimas. Estos niños no podrán tener feliz Navidad ni ninguna más.