Montoro debe responder ya

El escándalo es mayúsculo se vista como se vista. No hay contemplaciones que valgan: el ministro, elusivo en su comparecencia de ayer, ahora debe ser explicito, tajante y rotundo aclarando la relación que hay entre la amnistía fiscal y el dinero guardado en Suiza y legalizado su amparo. Es urgente e inexcusable la trasparencia en este asunto, pues todo apunta entre tanta opacidad a que la ley de Montoro ha sido la válvula de escape de la colección de corruptos que anidaba en los contornos del PP cuando no en el corazón del consejo de gobierno de Esperanza Aguirre.

La ley de Montoro ha sido la válvula de escape de la colección de corruptos que anidaba en los contornos del PP

Los españoles hemos asistido a un bochornoso espectáculo desde hace ya demasiado tiempo, que tiene que llegar a su fin. Es injustificable que la dilación y la demora en el desarrollo de los procedimientos judiciales, junto a la falta de escrúpulos de los partidos políticos, facilite la impunidad de los que han aprovechado las oportunidades de sus cargos públicos o de la posición privilegiada que tienen como dirigentes políticos, para saquear las arcas públicas, extorsionar a los empresarios con comisiones por adjudicaciones o a llevarse a su casa, ellos o sus familiares, con absoluta impunidad, el dinero de subvenciones que se pagan con el esfuerzo de los contribuyentes, con los impuestos y tasas que no hacen más que subir ahogando al ciudadano de forma implacable.

Es la hora de aclarar, sí. Y de asumir responsabilidades si las aclaraciones no resuelven definitivamente la presunción que ya es un clamor en la opinión pública acerca de la concomitancia entre el saqueo y el blanqueo y la regularización.

Señor Montoro tiene la palabra para aclarar estos extremos. Y hágalo ya.





Editorial Estrella