Metáforas reales

La anécdota es conocida: el Príncipe tiene que suspender un viaje a Brasil, para promocionar la imagen de España, porque el avión del Ejército del Aire no funciona. Las analogías se ofrecen, son previsibles: el Príncipe no vuela, España no despega…

Pero ya que estamos, abundemos. Recuerdo la fotografía de que se sirve Antony Beevor para representar gráficamente la estructura social y económica de España a principios del siglo XX, en su libro sobre la Guerra Civil Española. Sin entrar en los detalles del capítulo, cito el pie de foto: “El rey era un gran aficionado a los automóviles. En la fotografía unos campesinos empujan su vehículo en panne, mientras un coche de caballos acude al rescate”. Suficiente.

Ítem más. Hace un par de meses el flamante rey de Holanda Guillermo Alejandro, en la sala de los Caballeros de La Haya, leyó con natural y real desparpajo un polémico discurso de la Corona donde se cuestionaba el futuro del Estado del bienestar en favor de un difuso y tramposo concepto de “sociedad participativa”. Como telón de fondo, la justificación de los nuevos recortes de 6.000 millones de euros previstos por el Gobierno holandés.

Justo al día siguiente, con su esposa, vinieron a España. Guillermo pilotó personalmente el avión hasta Torrejón. Los Príncipes les recibieron y Felipe condujo, también personalmente, el coche que llevó a los cuatro hasta La Zarzuela.

Podría haber sucedido que, tan sueltos y metidos en tanta naturalidad, en vez de bordear la ciudad hubieran entrado en ella. Como no había comenzado la huelga de limpieza, la capital se encontraría tan impoluta como suele según su alcaldesa. Pero como tampoco había fraguado la Ley de Seguridad Ciudadana con la que nos avisan, a lo mejor les desviaban de su trayecto porque esa luna tocaba marea verde o marea blanca... O se topaban con una protesta de trabajadores a quienes echan si no les quitan una parte de lo poco que ganan, o de familias a las que han dejado sin casa, o mayores a quienes con las preferentes les han levantado los ahorros de toda una vida… Tantas fotos posibles.

Volviendo al principio de este post, la anécdota del vuelo frustrado a Brasil, dicen que tras una noche infame sin que los problemas del avión se arreglasen, el Príncipe comentó: “Es la primera vez que me pasa y ya tengo unos añitos”.

Y a mucha gente, Alteza, a mucha gente.

José Luis Mora