Los huevos de Mariló Montero

No se sabe si es que ella está todavía obsesionada con Luke, el personaje al que daba vida Paul Newman en La leyenda del indomable (aquel que apostaba que era capaz de comerse 50 huevos duros, y ganaba), si es porque es una amante de los mismos en todas sus versiones o si, simplemente, es porque ella no da para más.

El caso es que la obsesión por los huevos de Mariló Montero quedó patente cuando entrevistaba a un vecino de Gamonal por la que tanto él como sus "colegas" de barrio han montado en la capital burgalesa por un maldito boulevard.

Mientras el sujeto, un tal Manuel Alonso para más señas, incluso aireaba unos papeles en los que se indicaba que algunos miembros del ayuntamiento burgalés habían dimitido de sus cargos en la empresa que iba a aportar todo el hormigón del boulevard para "lavarse la cara", ella hacía oídos sordos a toda su elocución intentando sonsacarle una y otra vez "¿quién tira los huevos, los vecinos o infiltrados?".

Fue tanta su insistencia que el citado don Manuel, al que le terminó por tocar los "eggs", le llegó a preguntar si "¿de todos estos problemas que tienen los vecinos para usted lo más importante es si se tira un huevo o un litro de cerveza contra el ayuntamiento?".

Lo mejor que pudo replicar Mariló fue lo de "mi opinión es intrascendente". Lástima que los directivos de la cadena no la hicieran caso y, viendo que lo que dice la presentadora, como ella misma reconoció, poco menos que no sirve para nada, la mandaran directamente a su casa a debatir con sus cuatro paredes.

No es de extrañar, viendo manías "hueviles" como ésta, que a Mariló la hayan dado recientemente el "Geranio" a la peor presentadora de TV. Y lo peor de todo para ella es que no se lo han dado cuatro socialistas contrarios a todo lo que huela a TVE sino críticos de la pequeña pantalla de diversos medios. Vamos, que por algo habrá sido.

 

La mosca