Liquidación y derribo

No voy a valorar los resultados de la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada el pasado jueves. Sencillamente, son catastróficos y evidencian que nuestro mercado de trabajo en particular y el sistema en general están inmersos en un proceso de liquidación y derribo. A las pruebas me remito:

1. Día a día, la tasa de ocupación se hunde. En este momento, apenas alcanza el 60 %, con un paupérrimo 59,8 %. Esto supone que el 40 % de la población activa española no trabaja y, por consiguiente, no realiza cotización alguna a la tesorería de la Seguridad Social.

La economía española es incapaz de generar una cantidad de empleo capaz de absorber el crecimiento demográfico

2. España ha retrocedido diez años en cuanto a fuerza laboral se refiere. Al igual que en 2003, hoy contamos con 17 millones de trabajadores. Sin embargo, en aquel momento el país no llegaba a los 42 millones de habitantes y las estimaciones actuales afirman que rondamos los 47 millones. Dicho de otro modo, a pesar de crecer en 5 millones de habitantes, la economía española es incapaz de generar una cantidad de empleo capaz de absorber dicho crecimiento demográfico.

3. De los 6 millones de desempleados, el 20,3 % perdieron su empleo hace más de un año, es decir, 2.789.900 personas con nombres, apellidos y un drama personal, familiar y social. Con la actual situación, se antoja muy complicado poder reincorporar a semejante colectivo al mercado laboral, incluso una vez superada la crisis.

4. 12 de las 19 comunidades y ciudades autónomas españolas presentan tasas de paro que superan el 20 %. Incluso regiones tradicionalmente prósperas como Baleares, Cataluña o Valencia se encuentran dentro de ese grupo. Además, Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Ceuta y Extremadura superan el 30 %. Y para rizar el rizo, las que aún han logrado no rebasar estos porcentajes comienzan a acercarse peligrosamente.

5. 850.000 trabajadores han desaparecido de las listas del desempleo. Lamentablemente, esto no significa que hayan encontrado un trabajo. Al contrario, muchas personas ni se molestan en inscribirse o en renovar su solicitud en los diferentes servicios de empleo públicos ante la total ausencia de ofertas de trabajo e, incluso, de formación ocupacional. Aquellos que han optado por estudiar o por marcharse a otros países en busca de un mejor futuro profesional también engloban esta cantidad. Por cierto, estas son, y no otras, la razones por las que ha descendido ligeramente la tasa de desempleo juvenil en la última EPA.

Rajoy asegura que los efectos positivos generados por sus políticas de empleo se verán en la segunda mitad de 2013

Y, con este panorama, la titular de la cartera de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, se congratuló que el ritmo de destrucción de empleo haya descendido del 12 al 9 % y que sólo se destruyan 400 puestos de trabajo al día. El presidente Mariano Rajoy no quiso ser menos y también se felicitó de la prórroga del Plan Prepara por la que se mantienen las ayudas –o limosnas, según se mire– entre 400 y 450 euros mensuales que recibirán aquellos trabajadores que han dejado de percibir la prestación por desempleo.

Lo dije hace cuatro meses, aquí, en uno de mis artículos semanales: “A pesar de las numerosas medidas tomadas por el Gobierno y tras ocho meses de la aprobación de la reforma laboral, los españoles no observan resultados. Si bien es cierto que el ejecutivo que preside Mariano Rajoy asegura que los efectos positivos generados por sus políticas en materia de empleo se verán en la segunda mitad de 2013, me pregunto si la ciudadanía de este país podrá esperar con la templanza y la tranquilidad necesarias hasta que llegue esa fecha.” Me sigo reiterando de lo entonces escrito aunque nada me causaría mayor satisfacción que equivocarme y tener que rectificar mis palabras.

Gorka Labarga-Estrella Digital

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

 

 

 

Gorka Labarga