La vigencia del Pensamiento Alicia
Al poco tiempo de la llegada de Zapatero a la Presidencia del Gobierno y tras la increíble política que puso en marcha, el filósofo y pensador Gustavo Bueno escribió un libro en el que asociaba al Presidente del Gobierno y su extraña manera de ver las cosas con el que mostraba Alicia en el País de las Maravillas, el inolvidable libro de Lewis Carroll. Se trataba de una metáfora sobre la ingenuidad infantil del discurso del Presidente del Gobierno y de su proceder. En él explicaba que para Zapatero el mundo era al revés. Como reflejado en un espejo. Decía el profesor Bueno, en ese libro titulado, precisamente, ‘El Pensamiento Alicia’, que “al representarse el mundo al revés, el pensamiento Alicia no quiere tener conciencia de las dificultades que habría que vencer para llegar a él, ni, por lo tanto, de los métodos o caminos que sería preciso habilitar. Todo es mucho más sencillo: se tiene la voluntad de pasar a ese mundo al revés y basta”.
Su definición no pudo ser más exacta ni más crítica del Presidente Zapatero.
Ahora, pasados siete años, sigue vigente ese Pensamiento Alicia. Tras la derrota electoral del pasado domingo, el presidente Zapatero sigue sin querer tener conciencia de las dificultades que se le han planteado de golpe. Como Alicia, el Presidente sigue usando su manera ingenua y simplona de ver las cosas y no cree que la derrota vaya con él. Y que, en cualquier caso, no pasa nada porque él sigue teniendo voluntad de arreglarlo todo.
Cuentan que cuando murió Lenin, una de sus personas más allegadas le dijo a un camarada: ¿Sabes que Lenin ha muerto? A lo que el otro contestó: Lo sé, el problema va a ser quién se lo dice a él.
Zapatero es ya un hombre muerto, políticamente hablando, el problema de los socialistas es quién se lo dice.
Supongo que, otra vez, Obama.