La Sanidad es insostenible
La Sanidad pública en España tiene un grave problema que algunos españoles no quieren ver. Y ese problema es que no hay dinero para pagarla. No hay dinero. La Sanidad pública española es una de los mejores del mundo pero no tenemos dinero para seguir pagándola. Es insostenible. Y esa es una realidad impepinable. Por lo que no hay más remedio que reformarla para salvar todo lo que se pueda de ella.
Desde 1990, en España, hemos invertido cada año en torno al 6,5% del PIB en sanidad, llegando a máximos del 9% del PIB, en el 2008, o sea que ese año se invirtieron unos 90.000 millones de euros. Algo tremendo porque ya estábamos metidos en la crisis. Pero esa inversión, hoy, es imposible de mantener. No hay dinero. Ni aunque se quisiera. En este momento la crisis es tan demoledora que, como nos descuidemos, el problema de la sanidad española será que quebrará irremisiblemente. Por lo que no queda más remedio que intentar racionalizar el gasto ya que no es posible la inversión.
Y esto que es muy fácil de ver para todo el mundo, para algunos sanitarios de la Comunidad de Madrid, por poner un ejemplo, es muy complicado ya que no hay día que los telediarios no retraten sus protestas. Minoritarias, pero protestas a fin de cuentas que, retratadas muchas veces, parece muy numerosas.
Para estos sanitarios, no se debe ni se puede tocar nada de lo que hay aunque el sistema sanitario se hunda. Parece como si lo suyo fuese: o seguimos todos como estamos o que no haya Sanidad para nadie. O para mí o para nadie. No se puede ser más torpe.
Porque es imposible que sean tan ignorantes que no sepan, por ejemplo, que en Francia, Reino Unido, Alemania o Francia existe el copago sanitario desde hace décadas o que la gestión de muchos hospitales es privada aunque la Sanidad sea pública. Como sucede también en España con el Hospital de la Ribera de Alcira, en Valencia, o con el hospital de San Juan de Dios en Barcelona. O, en la propia Comunidad de Madrid, donde ya hay tres hospitales de titularidad pública y gestión de servicios privados en Valdemoro, Torrejón de Ardoz y Móstoles. Y es que la sanidad no se vende, como dicen sus eslóganes, sino que se debe gestionar mejor como dicen las autoridades madrileñas.
Es más, hace un par de días Esperanza Aguirre, como presidenta del PP de Madrid, aseguró que 'ni se cierra ningún hospital, ni se privatiza la sanidad, ni se va a cobrar por la asistencia'.
¿Por qué, entonces, esos sanitarios madrileños andan tan soliviantados?
Yo creo, sinceramente, que lo que quieren de verdad es hacer política. Una vez más. Todo les sirve a la izquierda y los sindicatos madrileños para hacer oposición al Gobierno de Madrid.
El problema es que, a más oposición hacen en la calle, por más mayoría ganan los populares en las urnas.
La Avispa-Estrella Digital
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