La retirada de Belén Esteban y Kiko, el negocio de Telecinco
El negocio y la vida del programa Sálvame es un pozo sin fondo. En un principio surgió como un espacio heredero del desaparecido 'Aquí hay tomate' pero con un reclamo que en los últimos tiempos ha sido sinónimo de éxito, Belén Esteban. Pronto el programa encontró su propia identidad bajo la batuta del dueño del cortijo, Jorge Javier Vázquez. Lo llamativo del magazine, al que cada vez se iban uniendo más caras como Terelu, Mila Ximénez o Kiko Matamoros, es que los propios colaboradores eran capaces de crear la noticia por ellos mismos, las agencias de noticias casi se convertían en algo prescindible para Sálvame.
Años de éxitos de audiencia distinguen la carrera del espacio insignia de Telecinco. Los escándalos, peleas y exclusivas marcan el carácter de Sálvame, llevando incluso a sus protagonistas a presentar las campanadas del año 2010.
En este año 2012, que está a punto de terminar, parecía que Sálvame había entrado en un punto de no retorno. Sus chillidos en plató, los "montajes" que se traen entre los colaboradores, las continuas discusiones y la trillada separación de la princesa del pueblo han acabado por quemar a gran parte de la audiencia que ha emigrado a otros canales como La 1.
En su afán por mantenerse en el candelero, Jorge Javier y su equipo han llevado a cabo varias estrategias, como sacar las miserias de Lydia Lozano y hasta enfrentarla con el gemelo malo, Coto Matamoros, o explotar el repentino retiro de Belén Esteban de la televisión.
Sin duda este último episodio fue el que más rentabilidad le dio. La ex de Jesulín desapareció unos meses de la vida pública y mucho se especuló con los motivos. A su vuelta, y en exclusiva para Sálvame Deluxe, explicó los
Finiquitado y exprimido este episodio, le toca el turno a Kiko Hernández. El colaborador y exgran hermano ha decidido retirarse de la televisión un tiempo. El por qué, lo desveló en el programa tras el velo de misterio que tan bien se les da explotar. Kiko confirmó que se marchaba para tratar sus problemas psicológicos, aclaró que nada tenía que ver con la situación de Belén, pero que le había abierto los ojos y se tenía que poner en manos de un terapeuta. En un ambiente bucólico en el que el resto de colaboradores, algunos entre lágrimas, le pedían que no se fuera, finalmente Kiko Hernández abandonó el plató.
Casualidad o no, a Sálvame parece que le da resultado el ir y venir de sus colaboradores y piensa seguir explotando sus salidas y sus vueltas hasta que la audiencia se agote y entonces buscarán otra estrategia. El tiempo será el juez del programa, que seguirá poniendo a prueba a su audiencia hasta que cambien de canal o apaguen la televisión por puro agotamiento.
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