La prostituta más famosa del mundo
Ha pasado de ser la prostituta más polémica a una reputada diseñadora de lencería. ¿El secreto de su éxito? No haber renegado nunca de ser quien es, no avergonzarse de su profesión y aprovechar la vida como le ha venido. Tiene una mente para el pecado y un cuerpo para los negocios… Y al revés.
La argelina Zahia Dehar me tiene fascinado. Como a medio mundo. Si no conocen su apasionante historia de ambición, sexo, fama, dinero y problemas con la ley sigan leyendo, también caerán rendidos a sus encantos, los que están a la vista y los que no. Como le pasó a algunos futbolistas…
Zahia Dehar entró en nuestras vidas para quedarse en 2010 cuando fue detenida en una redada de la policía francesa contra la prostitución de menores. La operación policial se convirtió en uno de los mayores escándalos sexuales en Francia hasta el triángulo amoroso de Hollande. Motivos había de sobra, estaban implicados los futbolistas Benzema y Ribéry, entre otros. ¡Futbolistas con putas, qué sorpresón!
Por si fuera poco, Zahia, que de calentar sabe lo suyo, echó más leña al fuego al reconocer que llevaba dos años ejerciendo, desde que tenía 16 años; que cobraba 2.000 euros por encuentro y que se levantaba unos 20.000 al mes.
El apodo de La Scandaleuse se lo ganó a pulso. En una entrevista en Paris Match desveló que la contrataron como regalo del 26 cumpleaños del futbolista Ribéry del que dijo que no era ni galante, ni educado ni simpático.
Ribéry acabo reconociendo que participó en una orgía con ella –y cuidado, también con su propio cuñado– pero que no sabía que era menor de edad. Benzema, que acaba de ser padre, siempre lo negó todo. Hace unos días, la justicia francesa les ha absuelto al considerar que para ellos era imposible saber que no tenía 18 años. A pesar de todo, los futbolistas han reconocido el enorme daño que el proceso les ha provocado. Y no sólo a su imagen pública, también a su vida privada, especialmente a Ribéry, que estaba casado (y que practica orgías con su cuñado). Verse involucrado en un caso de prostitución con menores, para ellos ha sido una putada. No así para Zahia.
Tras encerrarse en casa a llorar decidió abrir sus enormes ojos almendrados, ponerse el mundo por montera y aprovechar su nuevo status de celebrity para montar el negocio de su sueños: diseñar su propia línea de moda interior. Contrató a un abogado, éste consiguió que un inversor de Hong Kong financiara su proyecto y así abrió su tienda en la elegante Rue Françoise, de París, la misma calle de Christian Dior, en la que vende unos provocativos modelos que diseña pensando en lo que a ella le gusta y con la idea de que las mujeres se sientan armas de amor masivas capaces de protagonizar una nueva entrega de Cincuenta sombras de Grey. De todas sus colecciones, lo que más me pone es un picardías con rafia diseñado con la idea de que la mujer sienta que se acaba de darse un revolcón en un pajar.
Su lista de clientas famosas es tan larga como secreta porque no hay muchas que confiesen abiertamente que compras prendas subidas de tono, pero el diseñador Karl Largerfeld se ha declarado fan incondicional suyo y de su talento. ¿Su última creación? Unos cubrepezones de silicona con forma de pegotito de nata montada que dan ganas de llevárselos a la boca nada más verlos. Imagínense lo que será cuando los vea puestos en el sitio para el que fueron creados.
La mujer que revolucionó a los franceses revoluciona ahora el sexo en todo el mundo. Con su enorme talento. Ya podían aprender las muchachas de aquí que se acuestan con un famoso y corren a contarlo a Sálvame o a desnudarse en interviú. La mayoría acaba en la cuneta de nuestros recuerdos, Zahia Dehar permanecerá siempre en la cima de nuestros sueños.
El conde crápula