La irresponsabilidad de la multinacional petrolera Chevron (Texaco) en Ecuador

Se trata de un caso complejo, enrevesado, al que el traje jurídico le queda pequeño. Texaco, filial de la empresa estadounidense del mismo nombre, estuvo explotando petróleo en el Ecuador amazónico, concretamente en el campo del Lago Agrio, entre 1972 y 1992. En 1993 se constataron cuantiosos daños medioambientales causados por vertidos tóxicos –agua contaminada en pozos sin permeabilizar- de la empresa. Ese mismo año se planteó una demanda colectiva en EEUU contra Texaco que acabó trasladada a los Tribunales de Ecuador. En principio, algunos vertidos se limpiaron parcialmente durante los años noventa con un coste de 40 millones de dólares. En efecto, en 1995 el Gobierno ecuatoriano firmó un acuerdo con Texaco según el cual la empresa se encargaba de la limpieza de un porcentaje de las áreas afectadas según la participación que tenía en el consorcio de explotación con la empresa estatal Petroecuador (esta tenía el 62 % de las acciones). De hecho, Texaco sólo estaba obligada a limpiar una parte muy pequeña de las áreas afectadas. En 1998 el Gobierno ecuatoriano certificó que Texaco había completado la reparación y la eximía de ulterior responsabilidad. Este acuerdo figura en el centro del debate legal sobre el conflicto mostrando la falta de responsabilidad del gobierno de turno y las presiones de una multinacional sobre un país en vías de desarrollo.

Posteriormente, tras una investigación, se descubrió que la limpieza había sido más ficticia que real en el área afectada y que el daño causado al ecosistema era incalculable: casi mil pozos de residuos petrolíferos descontrolados en una extensa área amazónica con daños para las personas. En 1999 Ecuador adoptó una nueva ley medioambiental abriendo el paso a las demandas individuales por daño medioambiental. En 2003 los indígenas locales presentaron en  los tribunales de Ecuador una demanda colectiva (Frente de Defensa del Amazonas) -representando a 30.000 personas- contra Chevron, que había adquirido la empresa Texaco el año 2001, por enfermedades y daño medioambiental solicitando una reparación. Chevron alegó que el acuerdo que había firmado Texaco con el Gobierno le eximía de responsabilidad. Pero en febrero de 2011 los ecuatorianos ganaron el pleito ante el tribunal de Ecuador –el juez Nicolas Zambrano del Tribunal de Sucumbíos- y se les concedió una indemnización de 19.000 millones de dólares por la pérdida de cosechas y de animales de granja y por el aumento de las tasas de cáncer. La sentencia definitiva está ahora pendiente ante la Corte Nacional de Justicia de Ecuador, la más alta instancia judicial. Como Chevron no tenía activos en Ecuador, las víctimas intentaron ejecutar la sentencia dictada sobre activos de la empresa en Brasil, Argentina y Canadá pero sin éxito hasta ahora. Además, Chevron ha demandado en los Estados Unidos al abogado del Frente de Defensa del Amazonas Steven Donziger por corrupción y fraude en la obtención de la sentencia ante los tribunales de Ecuador. Si Chevron gana este caso esto influirá en los tribunales de otros países a la hora de ejecutar la sentencia. Todo esto sucede en los tribunales internos.

Mientras tanto, en el año 2009, Chevron lleva el asunto ante un tribunal arbitral administrado por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Se trata de una demanda de una multinacional contra un Estado ante un tribunal internacional por violación del derecho internacional de las inversiones. En los últimos años han proliferado este tipo de demandas en lo que es un síntoma de la globalización económica y la pérdida de poder de los Estados frente a las empresas. Este Tribunal se constituye en virtud de un tratado bilateral de protección de inversiones de 1993 –entró en vigor en 1997-  entre el Ecuador y los Estados Unidos que dice que las controversias sobre la aplicación del tratado se someterán a un tribunal de este tipo. El Tribunal está formado por Vaughan Lowe (nombrado por Ecuador), Horacio Grigera Naón (nombrado por Chevron), ambos profesores de Derecho internacional, y el abogado V.V. Veeder (nombrado como Presidente del Tribunal por la Corte Permanente de Arbitraje).

En febrero de 2013 el tribunal arbitral dicta una primera decisión según la cual Ecuador debía haber evitado que los demandantes acudieran a los tribunales internos de otros Estados para ejecutar la sentencia del tribunal ecuatoriano que no era definitiva por lo que su ejecución se debía haber suspendido. El 17 de septiembre de 2013 el Tribunal internacional ha dictado por unanimidad una sentencia parcial a favor de Chevron determinando que el acuerdo firmado en 1995 por el gobierno de Ecuador eximía a la empresa Texaco –y por tanto a Chevron-  de responsabilidad financiera por reclamaciones de daños colectivos. Parece que  el Tribunal deja abierta la posibilidad teórica de que Chevron pueda todavía ser responsable por daños individuales. Todavía queda pendiente para este Tribunal  -las audiencias están previstas para enero-  la alegación de Chevron de haber sufrido denegación de justicia ante los tribunales de Ecuador. La opinión de la multinacional puede verse en la página web http://www.juiciocrudo.com  Las autoridades de Ecuador consideran que es una campaña de difamación.

Se trata de uno de los casos más importantes por daño medioambiental de la historia y la multinacional no escatima ni esfuerzos ni dinero ni abogados para conseguir salir bien librada del asunto. El presidente de Ecuador, Rafael Correa y su Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Ricardo Patiño, reclaman apoyos políticos para su posición en un caso que se ha situado en su contra desde un punto de vista jurídico; concretamente llama a un boicot a la empresa mediante la campaña “la mano sucia de Chevron”, mientras esta se niegue a pagar las indemnizaciones establecidas. En este sentido desde el 2 de noviembre hay una exposición fotográfica en Madrid organizada por la embajada de Ecuador con el título: “De camino hacia la verdad. Caso Chevron-Texaco contra el Estado de Ecuador”, exposición que quiere mostrar la “verdad” sobre los daños medioambientales de la petrolera incrustados para siempre en el paisaje amazónico.  La exposición puede verse en youtube: http://youtu.be/7B1CNIPR_Ck .

En el contexto de esta batalla legal nacional, internacional y mediática, mientras Chevron firma un acuerdo con YPF para explotar el yacimiento de Vaca Muerta en Argentina, las comunidades de Ecuador afectadas por la contaminación ambiental siguen buscando justicia en alguna parte.

Julio Vives