La cortina independentista

Muchos españoles llevan ya años indignados con las autoridades, con las de este gobierno tanto como con las del anterior. Y muchos lo han manifestado no solo con opiniones entre amigos sino con huelgas y manifestaciones y, excepto a unos pocos, a casi nadie se le ha ocurrido romper las reglas de juego, y eso que sobre muchos españoles sobrevuela el empobrecimiento, el paro y el sobreprecio de servicios hasta ahora básicos.

Exigir políticas alternativas mediante el ejercicio de los derechos constitucionales está en el ADN de la democracia

La rebeldía social es un derecho que se manifiesta mediante la protesta y la reivindicación. Exigir políticas alternativas mediante el ejercicio de los derechos constitucionales está en el ADN de la democracia. Lo que no está es el abuso de la posición para modelar la realidad a conveniencia y saltarse el sistema cuando a uno le da la gana. Y eso es lo que pasa en Catalunya. El acuerdo de Mas y Junqueras, de la izquierda y la derecha, poniendo a la "nación" por delante de sus diferencias naturales y del respeto a la legalidad, no es sino una tomadura de pelo al sufrimiento y la dureza que muchos españoles padecen por las políticas públicas en esta crisis sin atravesar los límites de la legalidad.

Pero la nación está fuera de todo compromiso democrático cuando lo deciden los que más escaños tienen en un parlamento autonómico. La democracia es un bien que tiene por tablero de juego la Constitución – todo dentro de ella– y por reglas el cumplimiento de las competencias que le corresponden a cada uno dentro de la legalidad. Eso es la democracia, con más o con menos escaños.

Aburre mucho este asunto de la independencia catalana cuando el país, Catalunya incluida, se enfrenta a duros y comprometidos desafíos. Y este asunto ya no es una cortina de humo para ocultar una gestión económica antisocial, es una trampa oportunista para debilitar las posibilidades de gobierno de quién más responsabilidad tiene y sacar tajada para unos pocos en medio del drama objetivo que nos afecta a la mayoría. Es ventajismo con una nueva técnica pero con el viejo paradigma de los nacionalismos excluyentes.

Editorial Estrella