¿Hay alguien al mando?

No hace tanto tiempo, a los dirigentes del Partido Popular se les llenaba la boca al hablar de que su partido era el único que mantenía el mismo discurso en cada territorio de España y, por tanto, era el único valedor de la defensa de la igualdad de todos los españoles. El festival que estamos viviendo estos días con un asunto tan serio, dramático, como la orden del Gobierno de implantar el copago hospitalario de medicamentos para enfermedades crónicas y graves revela de manera cristalina el resquebrajamiento del discurso nacional del Partido Popular y del mito de la defensa de la igualdad de todos los españoles.

Gravar la medicación lo único que va a conseguir es agravar la enfermedad. Y eso es inhumano

A lo largo de las últimas semanas, hemos tenido que asistir con pasmo a la exhibición pública de ese resquebrajamiento del discurso nacional del PP allí donde gobierna, con comunidades que han decidido acatar la medida sin rechistar; comunidades que la han rechazado y han anunciado que la recurrirán; comunidades que no saben lo que harán y comunidades que, en un giro circense, han decidido que sí pero no, que lo implantarán pero que lo compensarán a los ciudadanos, bien directamente, bien vía presupuestos autonómicos, bien de alguna manera aún por concretar. Es decir, un guirigay, que no dejaría de tener su gracia si no fuera porque con lo que se está jugando es con la salud y la necesidad de los enfermos más vulnerables entre los vulnerables. Porque gravar la medicación lo único que va a conseguir es agravar la enfermedad. Y eso es inhumano.

Lo realmente llamativo de todo ello es que entre las comunidades que se han rebelado contra la orden del Gobierno se encuentra Castilla-La Mancha, comunidad presidida por María Dolores de Cospedal, a la sazón secretaria general del PP, que en un ejercicio de contorsionismo e hipocresía ha venido a defender que la mejor forma de cumplir la norma del copago hospitalario individual es vía presupuesto autonómico. Algo así como si Angela Merkel viniera a defender que la mejor forma de cumplir con las medidas de austeridad es impulsar el gasto público. Un sindiós. Quizás la secretaria general del PP debiera reunirse con la presidenta de Castilla-La Mancha para aclarar posturas…

Lo que está sucediendo con el copago farmacéutico hospitalario no es sino una expresión más de la descomposición del PP

En el fondo, lo que está sucediendo con el copago farmacéutico hospitalario no es sino una expresión más de la descomposición del Partido Popular como partido nacional. Quien lo dude, sólo tiene que recordar lo sucedido hace escasas fechas con la cascada populista de anuncios de bajadas impositivas en comunidades como Extremadura, Galicia, Cantabria o Madrid. Bajadas que casan mal tanto con las permanentes quejas de estas y otras autonomías sobre la insuficiencia de recursos para sufragar los servicios públicos, como con la subida generalizada de impuestos aplicada desde el Gobierno central. Bajadas que, además, ponen en cuestión los mecanismos de solidaridad fiscal, lo cual en momentos de graves dificultades económicas, no solo es injusto, es temerario.

Sin embargo, a nadie puede ya coger por sorpresa. Desde que asumió el Gobierno, el Partido Popular ha tratado de convencernos de que para garantizar el carácter público de la sanidad, lo mejor es privatizarla; para facilitar el acceso a la universidad, lo mejor es subir tasas y recortar becas; para blindar el poder adquisitivo de los pensionistas, lo mejor es que las pensiones crezcan por debajo del coste de la vida; o que para defender los derechos de los trabajadores lo mejor es liquidar las leyes laborales.

A la vista de todo ello, la pregunta es obligada: ¿dónde queda el discurso nacional del PP? Y, lo más importante, por grave: ¿dónde queda la igualdad de derechos y oportunidades de todos los españoles? En realidad, lo primero nunca ha existido. Y lo segundo nunca les ha importado. Al contrario, siempre lo han combatido y, desde su retorno al poder, se han aplicado a demolerlo con medidas tan crueles como la implantación del copago en la farmacia hospitalaria. Reglas de mercado para una sociedad de mercado.

Como diría el propio Mariano Rajoy, joder qué tropa.

José Blanco