En torno al IPC

Lo del IPC está de moda. Se trata del Índice de Precios al Consumo que mide la evolución de los precios de un conjunto de bienes y servicios que consume la población. Eso ustedes ya lo saben. Lo importante es que este índice sirve para muchas cosas a finales de año, entre ellas para revalorizar las pensiones y entonces la cosa se pone tensa ya que el tema se les pone por un pico, aunque es lo que dice la ley.

En este asunto se debate otra elección sobre lo "recortable". De nuevo se enfrentan lo social y lo institucional. De momento, por los Presupuestos Generales es fácil adivinar una nueva derrota de lo social.

Pero el Gobierno en su infinita capacidad de maniobra ha pensado en endulzar dicha derrota. Así, pensando y repensando han llegado a una posibilidad curiosa que por otro lado tiene un grave problema: necesita de una decisión. Esto ya son palabras mayores. Por no decir que es todo un trauma. Se trata de elegir uno entre cuatro posibles IPCs que se han encontrado después de rebuscar un montón y que además han sido bautizados con nombres absolutamente geniales: El General, el Subyacente, el Constante y el Armonizado. Va en serio. Reconozcan que elegir el preferido entre estos cuatrillizos debe ser dificilísimo.

Servidor no puede observar fríamente como unas personas hechas y derechas pierden el sueño y se debaten en esta terrible duda. Aunque sea el gobierno. Así que incluso luchando contra mis intereses particulares voy a aportar una solución. Algo rápido, seguro y limpio que no modifica la situación actual y que por otro lado rebaja el citado IPC. Así no se revalorizarán las pensiones que parece ser que es de lo que se trata y podrán atender algunas prebendas institucionales.

Para ello, hay que incorporar urgente y silenciosamente, incluso con nocturnidad y alevosía, solos o en compañía de otros, determinados bienes y servicios muy rebajados a la cesta familiar que equilibren la subida de los precios. Son pocos pero algo es algo.

A saber: En el apartado de electrodomésticos: Las televisiones antiguas, así como las cintas VHS y las casetes de Audio. En sección cultura y varios: los discos de la Yenka, el Hulla-Hop y los Cds de algún que otro cantante que por un mínimo de elegancia me evito citar. En infraestructuras variopintas: la Casa-Palacio de Urdangarín, la finca La Pera de Isabel Pantoja, así como el apartamento de la famosa tonadillera en el Hotel Guadalpín. Dicho esto para que rime con Urdangarín.

Computados estos datos, nos sale un IPC de toda la vida, algo "tuneado", pero sin problemas revalorizables y más bonito que un San Luis.

¡Ay! Señor, Señor, lo que me cuesta sacar adelante a estos chicos.

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Paco Fochs