El Sr. Rajoy no es el primo de Zumosol
Recién terminada la cumbre europea, en la que D. Mariano Rajoy no consiguió el consenso de sus colegas para variar la cifra de déficit de nuestros país en 2012 fijada en el 4,4%, nos anuncia la elevación del mismo al 5,8% y el mantenimiento del objetivo del 3% para 2013. En su anuncio nos indicó que Bruselas no estaba al corriente y que se trataba de decisión unilateral y soberana del Reino de España.
En este contexto, el viernes pasado fue aprobado el techo de gasto del estado que fue fijado en unos 118.000 millones de euros de los cuales alrededor del 50% irán destinados a pensiones y desempleo, pago de intereses y a la aportación a la Unión Europea. También fue aprobado el cuadro macroeconómico con la vista puesta en los presupuestos de 2012 y en el que se prevé una caída del PIB de un 1,7%, un incremento de desempleo de 630 mil personas (dantesco) y un déficit del 5,8%, como datos básicos.
La reducción del déficit al 5,8% del PIB supondrá unos 30.000 millones que habrá que ajustar, cuando, de haberse mantenido el límite del 4,4% las necesidades habrían sido de 44.000 millones, cifra que podría haber incendiado las calles de este país, aunque no cabría todavía descartarlo ya que algo más de la mitad del ajuste va a corresponder a las comunidades autónomas y parece irremediable que afecte a partidas tales como sanidad y educación.
Tres cosas quisiera destacar: la primera es que, pareciéndome correcta la medida tomada por este gobierno de cambiar el objetivo de déficit, a pesar del encontronazo que pueda suponer con los socios de Bruselas, me parece que ha fallado en la comunicación de la misma. D. Mariano Rajoy nos la presentó como si fuese el primo de Zumosol y lo cierto es que Bruselas estaba informado y que todo el gabinete había estado trabajando en la consecución del beneplácito de Bruselas en general y de Merkel en particular. Por otro lado resultaba chocante que si bien las reformas llevadas hasta ahora a la práctica en España venían dictadas por la nueva "Dama de Hierro", a saber, reforma laboral muy dura, ley de estabilidad inflexible y fuerte recorte de los gastos, ahora fuese el gobierno español a echar "las patas por alto" comenzando a actuar por libre.
La segunda es que dada la inmensidad de las cifras y el sufrimiento que van a generar en los de siempre, a la hora de establecer los recortes a realizar se haga con criterios de racionalidad humana y ciudadana y no en términos de racionalidad de interés político y/o personal de los políticos al estilo de la Comunidad Valenciana o Andaluza, que ya ha llovido bastante aunque estemos viviendo la pertinaz sequía.
Y la tercera es que con todos estos datos como con todas las medidas tomadas hasta ahora, sucede lo mismo, nos prometen un paraíso a ganar al final del recorrido, en el largo plazo, pero de lo que no cabe duda es de que el gobierno de este país sigue las recetas del Dr. Bruselas y de Merkel en las que todo se soluciona con recortes y ajuste y en las que no se contemplan incrementos de la inversión, ni estímulos al consumo, ni vemos que fluya el crédito de nuevo por las arterias de nuestra economía ni se sabe cuando lo hará.
Por todo ello, si bien lo que me pedía el cuerpo cuando hizo su anuncio D. Mariano Rajoy era gritarle "Olé tus cojones", ahora que he visto que realmente no es el primo de Zumosol, me reprimo ya que ante la cantidad de incertidumbres en las que vivimos actualmente y sin saber cómo va a terminar este país tras aplicar las recetas del Dr. Bruselas y de la Sra. Merkel, temo que nos suceda lo mismo que en aquella ocasión en que D. Alfonso XIII le remitió un telegrama de idéntico contenido al General Silvestre, que resultó ser el preludio del desastre de Annual.
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de la sección de Cartas al Director son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
José Luis Martín Miralles