El "puto" de Belén Esteban
Ella está empeñada en no vender nada más de su vida privada. El resto del mundo parece empeñado en todo lo contrario. Ni los responsables de Sálvame ni todo bicho viviente que ha tenido relación de cualquier tipo con ella están dispuestos a dejar que Belén Esteban hable del tiempo, de fútbol, de política o de la lytta vesicatoria, más conocida como mosca española (una parienta mía).
El último en sumarse a la fiesta ha sido un tal Pedro Jesús, el camarero al que conoció en Benidorm y que supuestamente ha sido su novio más reciente. El chico, a la espera de visitar algún plató de Telecinco (cualquiera le vale), se ha desahogado con una entrevista en una revista. Las treinta monedas de plata de Judas se han convertido aquí en 3.000 euros, en billetitos.
El chico, que se siente traicionado por la "princesa del pueblo", ha intentado vengarse a su manera con una declaraciones en las que casi queda él peor parado que la mujer a la que pretendía ofender. Si "prostitución" puede definirse como el "acto de participar en actividades sexuales o hacer el sexo a cambio de dinero o bienes", cómo podríamos catalogar a alguien que dice que tras hacer el amor con Belén ésta, aunqu él no se lo pedía, le recompensaba con dinero: "Me lo escondía en la maleta cuando yo volvía a Plasencia y, al deshacerla, me encontraba los euros". Pues eso, dos y dos son cuatro, y dos más seis. Sobre todo porque él ni los tiraba ni los donaba para los pobres de su ciudad.
Sus buenos servicios, porque incluso el mozo ha confesado quec "ella me decía que yo le encantaba en la cama, que se quedaba muy satisfecha tras hacer el amor conmigo", debieron ser muy bien recompensados, ya que Pedro Jesús ha revelado que ese dinero le ha servido para pagarse sus estudios. ¿De camarero? ¿De gigoló? Vaya usted a saber.
De momento, ella lo ha asumido a su manera, "si este chico pensaba que me iba a casar con él o si le he roto el corazón lo siento mucho", pero ya ha lanzado un aviso a navegantes: "He dado de comer a muchas bocas en este país y la caja de Belén se ha cerrado".
Claro que eso no quita para que ella se "jubile" de la vida disipada porque "soy una mujer divorciada y ya dije que con este cuerpo hago lo que me da la gana, y lo voy a seguir haciendo". Vamos, que todavía podemos conocer a muchos "Pedro Jesús", para goce y disfrute de Jorge Javier Vázquez y compañía.