El pulpo Krugman

Puestos a elegir es preferible quedarse con las predicciones de su primo el pulpo Paul. Krugman, (también Paul de nombre), ha hecho unos vaticinios que son para presentarse voluntario a una misión rumbo a Júpiter. Será muy Premio Nobel de Economía y muy Príncipe de Asturias pero a cenizo no le gana nadie cuando augura un corralito financiero en España en el mes de junio, fecha que tenemos a vuelta de hoja de calendario. A veces a estos gurús de la economía hay que hacerles la prueba del nueve y preguntarles: ¿Fue usted capaz de vaticinar la crisis y su grado de intensidad?, de ahí que fueran más fiables las predicciones del pulpo que en gloria de Neptuno esté y que tanto nos ayudó cuándo el Mundial de Sudáfrica. Los profetas que lo saben todo a toro pasado son más evidentes que videntes y muy cansinos.

Murió Paul, se acabó la "pulpomancia", nos quedamos a merced de los gurús de la hecatombe que se frotan las manos con la ruina de los demás. Pero los gurús también la pifian porque no están en posesión de la verdad y menos de predecir el futuro con la certeza que da la maquinaria de un reloj suizo. Bien es verdad que nosotros hacemos lo que podemos por ponérselo fácil a Krugman y a los cenizos: espantadas como la de Rato no son lo mejor para generar confianza, así como tampoco las peleas de ida y vuelta entre el Gobierno y el Gobernador del Banco de España. Lo de MAFO roza el surrealismo español: no goza de la confianza del Ministro De Guindos, es cuestionado por Montoro, lo sabe pero no se marcha ni presenta la más mínima intención de iniciar la salida. Quizá la primera medida para reformar la banca hubiera sido desahuciar al Gobernador de su despacho en la calle Alcalá de Madrid, a veces nos perdemos por las ramas cuándo tenemos tanto bosque por explorar. MAFO aún viven dentro de la burbuja especulativa y no está dispuesto a dejar la placenta del momio y el coche oficial. Eso de dimitir no se lleva, siempre dimiten los otros.

Zapatero dijo una vez que la economía es un estado de ánimo y tuvo razón porque a él lo devoró una tristeza infinita que emanaba de una crisis galopante. Rajoy debe recordar aquellas palabras y ha optado por el silencio del pulpo, prefiere no decir nada y que los mercados hagan lo que tienen que hacer pero hay males que no se remedian solos. De ahí que enviara a De Guindos de gira europea para que le retuerza el cuello Juncker y lo que haga falta, pero el ministro ha hecho una de Felipe II al afirmar que España ha hecho todo lo que tenía que hacer en las reformas, (le ha faltado añadir que no se puede luchar contra los elementos).

Por la cuenta que nos trae ojalá el cenizo Krugman no tenga razón, y estos pollos no nos lleven a aquel corralito que algunos cenizos pregonan.


Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

Rafael Martínez Simancas