El fraude de las Comisiones de Investigación
El PP en el Ayuntamiento de Madrid ha hecho valer su mayoría absoluta para cerrar en falso la comisión de investigación del Madrid Arena. El Grupo Popular ha vetado la propuesta de la oposición de hacer nuevos llamamientos para que comparezcan técnicos municipales y altos cargos de otras administraciones que podían haber tumbado las teorías del Consistorio y eso no les gustaba.
Lo que la señora Botella ha hecho es lo normal en una democracia enferma como la nuestra
Lógicamente, a mí, Ana Botella me ha defraudado con la medida. La creía más bragada en política. Más valiente. Siempre pensé que, de vuelta de todo, la alcaldesa de Madrid sería un soplo de aire fresco para la política en general y para el propio Ayuntamiento de la capital de España. Creo que ha perdido una ocasión única para demostrar que no está puesta como Alcaldesa por ser quien es y que merece ser respetada por todo el mundo aunque no se haya presentado nunca como cabeza de lista en unas elecciones. Posiblemente, la aconsejaron mal o, sencillamente, que no se le puede pedir más y la gestión política de la tragedia le vino grande.
En cualquier caso, lo que la señora Botella ha hecho es lo normal en una democracia enferma como la nuestra: se ha dejado llevar por el fraude político de las Comisiones de Investigación en España. Lo normal. Se hace siempre. Lo hizo el PSOE e IU, recientemente, en Andalucía con la Comisión de Investigación de los fraudulentos EREs.
La rigidez de los grandes partidos, especialmente PSOE y PP, a la hora de imponer sus posiciones de partida en las Comisiones de Investigación, dinamita sus resultados antes de que se pongan en marcha, aunque con ello la salud democrática de España se resquebraje. Más aún. Esas imposiciones suponen un desprestigio tremendo para la institución parlamentaria, que es uno de los pilares democráticos.
Hay situaciones tan absurdas que, en ocasiones, como ocurrió en Galicia durante la ola de incendios de 2008, que la Comisión de Investigación que se creó para ello tuvo unas conclusiones que iban en sentido opuesto a las investigaciones judiciales. El Parlamento gallego eximió de responsabilidad al Gobierno del socialista Emilio Pérez Touriño al tiempo que la Fiscalía apreciaba que los fuegos ocurrieron por falta de previsión.
Los gobiernos siempre hacen propósito de enmienda para solucionar el problema
Y lo más vergonzante es que, ante tanto descaro, los gobiernos siempre hacen propósito de enmienda para solucionar el problema. Pero no hacen nada para ello porque su reforma sería cosa de auténtica voluntad política y de eso no hay. No queda. La maquinaria política lo impide. Incluso, se puede mentir en la Comisión. No pasa nada. Nunca se comprueba.
En Estados Unidos, por poner un ejemplo, el que miente en una Comisión de Investigación, de entrada, lo meten en la cárcel. No miente nadie, claro. Pero, además, una parte de las comisiones no son políticas sino técnicas. Y de ellas se derivan las conclusiones políticas. Y no al revés como aquí. Aquí, sólo sirven para amparar a los malos políticos y que sus miembros cobren más por asistir a ellas.
La sonrisa de la Avispa
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